jueves, 27 de agosto de 2009

Metas buscadas en una vida no pensada por nosotros...


Cómo se hace para elevar el alma y que llegue hasta cielos más altos? Cómo hacer para mudar nuestros sentires, transformarlos, mutarlos en lo que quisiéramos que todo nuestro ser sienta y disfrute? Cómo hacerlo en medio de los inconvenientes cotidianos, de las presiones mundanas, de las obligaciones que como seres integrados a la sociedad tenemos? ¿Cómo hacerlo? Esta es una pregunta que viene a mi mente casi diariamente cuando todo lo antes dicho me supera, me satura y mi alma me pide a gritos, Dana quiero paz! Hacé algo o no hagas nada pero tengamos paz!! Si, claro ella me lo dice y soy yo, mi mente y mi cuerpo quientes tenemos el trabajo de ofrecerle a mi alma esta paz....o ...no..no es así..., no será a la inversa? No será nuestra alma, nuestro espíritu el que primero tiene que disponerese a poner a todo nuestro cuerpo, mente incluida en un espacio claro, sosegado, integrado sólo con la naturaleza y en abierta y amplia conexión con ella o él, alma o espíritu digo?
Creo que la hipótesis con la que comencé esta entrada no es la correcta, creo que a medida que pasaron los minutos, pude ir dándome cuenta que es el alma, y después la mente la  que gobiernan nuestras acciones y nuestras reacciones y que si digo basta!! tiene que serlo porque es una orden que mi cuerpo necesita para parar, para detenerse, para mirar alrededor y darse cuenta que no vale la pena, que lo único que vale la pena es la vida que llevo en mis venas, es la tierra que piso, es el sol que me ilumina, la luna que que me aclara la noche, los capullos de la magnolia que están abriéndose frente a mis ojo y no los miro! los brotes nuevos de la parra que les mostraba a mis hijas enseñándole el ciclo de la vida vegetal y que ahora ni me entero! Son los pájaros que ya cantan con nuevos bríos porque en esta parte del mundo está llegando la primavera y todo el entorno se empieza a vestir de verdes y colores diversos...pero yo no los estoy disfrutando como el milagro que es, porque claro...estoy siempre ocupada en otras cosas, menos importantes perro siempre más urgentes. Es entonces donde debo recordar de que soy parte de "ese" todo, de este mundo natural al que vine como ser natural que soy y que lo demás, todo lo demás, es creado por el hombre...porque necesitaba crecer es cierto, porque necesitaba protegerse también es cierto, porque necesitaba proveerse de los bienes indispensables para su supervivencia...Pero es en este punto donde me pregunto? No lo hemos logrado ya? no le alcanzaron al hombre millones de años de vida en el planeta para lograr lo que necesitaba cuando por primera vez se puso en pie y comenzó a caminar con sus dos, ya no patas, sino piernas? Si analizamos esta pregunta muchos dirán : "y...siempre, siempre vamos a necesitar algo nuevo...es el progreso...es la ciencia..." otros dirán..."y bueno se producen nuevas necesidades y por lo tanto buscamos proveernos de los elemntos necesarios para cubrir esas necesidades", Y entonces yo vuelvo a preguntar: ¿veraderamente hemos necesitado toooooodo lo que tenemos? ¿es absolutamente necesario tener todo lo que tenemos o lo quem al menos aparentemente,  todavía nos falta y por eso corremos deseperados a  lograr metas para poder alcanzar esas, para mí "pseudo necesidades"? ¿no está claro que la mayoría de ellas nos han sido impuestas por una sociedad industrializada necesitada de aumentar sus ingresos y por lo tanto la frase de Aldoux Houxley en su libro Un Mundo feliz se ha hecho realidad "más vale tirar que tener que remendar, más vale tirar que tener que remendar"?, frase que según el autor le repetía un micrófono a los bebés durmiendo en sus cunitas en inmensos dormitorios donde criaban a los recién nacidos de probeta, era un mundo donde no existían las madres.. Muchas veces pienso que Houxley fue más que un escritor o filósofo un visionario, el mundo, la vida actual cada vez es más parecida a su libro. Y en este mundo, en esta sociedad, cada vez el ser humano se aliena más, sucumbe cada  hora, cada día más a un orden preestaablecido, del que nada tuvo que ver, del cual no le preguntaron si así lo quería vivir o no, y entonces sigue, de una manera inerte caminando o mejor corriendo desesperado pero como un autómata a lograr las quimeras, que nunca fueron su creación, las necesidades propias e individuales de su alma, desconectándose de esta manera de lo que fue su origen, la naturaleza, el mundo virgen al que nuestros ancestros vinieron y de lo cual nosotros ya casi lo hemos perdido todo.
 Un regreso a la naturaleza, a nuestro propio yo, a las necesidades que bien sabemos cuáles son en realidad, a esas que cuando nos faltan, y parecían nimiedades, nos damos cuenta qué importantes eran y qué poco vale todo el resto que nos rodea.
 Un regreso a los orígenes quizás necesitamos, una unión aunque sea minutos al día con nuestro ser más profundo, con el universo, y para los que somos creyentes una unidad con Dios, luz incandescente de la que somos una leve chispa, pero que a veces sentimos que se apaga y no es Él, somos nosotros los que la apagamos, porque siempre las obligaciones, las responsabilidades, las presiones, no dejan lugar a ser lo que somos en realidad...seres humanos formando parte de la naturaleza en un todo con el universo y con Dios para los creyentes y no meros consumidores de producstos fácilmente deschabeles que harán que muy pronto necesitemos un nuevo producto igual pero supuestamente mejor que durará menos aún...y así sucesivamente hasta el final de nuestros días, en que nos demos cuenta, que todo eso era baratija, que perdimos la joya más auténtica, la perla cultivada en el mar,  cuando ya no haya tiempo de cambiar casi nada.

Melan

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