jueves, 6 de enero de 2011

No debería ser tan difícil suicidarse ...


Parecía comenzar bien este año, el primero de enero fue en paz y tranquilidad, pero ya después comenzaron las malas noticias y los sinsabores. A veces me pregunto si seré yo que actúo como una esponja que absorve todo lo negativo que anda cerca o es que realmente me está dirigido a mí ese negativismo, esos tristes sentires, que me alteran las horas y me llevan a un camino de desdicha y dolor.
 Eso estoy sintiendo ahora, siento la angustia y la incomprensión, siento la tristeza y la injusticia. siento el dolor y el absoluto desinterés por parte de un ser que es el puntal de mi vida.
 Sinceramente se me van los deseos de seguir viviendo y aparecen nuevamente las ideas suicidas, terminar con todo de una vez y para siempre, sin pensar si hay o no algo después, olvidando el abrazo que tanto esperaba de reencuentro con mi hija la que partió muy pronto aún.
 Quién sabe en realidad qué sucede con la vida de las personas después de la muerte, habrá realmente otra vida? O volveremos a la tierra inertes y absolutamente muertos de cuerpo y alma, porque al fin el alma no existiría sin el cuerpo? No lo sé, la mayoría de mi tiempo mi fe es fuerte y creo que hay otra vida donde me está esperando mi hija, pero otras veces como hoy, pienso y si yo estoy aquí sufriendo sin sentido, sin que nadie ya más me necesite esperando algo que no existe, mientras podría fácilmente hacer desaparecer todo dolor? Una caja de pastillas entera y listo. En poco tiempo se acabó todo. Y si no? Y aquí aparece el maldito instinto de supervivencia y el maldito miedo a morir que todos llevamos dentro aunque a veces digamos que no le tememos, como yo lo he dicho muchas veces. Por qué? Quién dice que tenemos que esperar a terminar cuando Dios o el cuerpo sólo lo decida? Por qué no poder tener como hábito cultural también el de terminar con la propia vida cuando ya no queremos vivirla? Y que deje de ser un acto negativo para la sociedad, que todo el mundo lo entienda, que uno ya no quiso más, ya no soportó más, que algunos son muy felices viviendo y otros no lo somos, es má aborrecemos la vida!
 Sí, así debiera ser. y no llevar toda esa carga cultural y religiosa que nos detiene más aún que la genética, en fin... todo debiera ser distinto... el mundo debería estar poblado sólo de gente feliz, y los que no lo somos deberíamos poder partir sin tanto alboroto alrededor de esa muerte y sin que nos cueste tanto tomar la decisión de quitarnos la vida.