miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL SUEÑO ES EL LENGUAJE DEL HOMBRE UNIVERSAL de Erich Fromm

Todos creemos que sólo dominamos un lenguaje, al que llamamos lengua materna, quizás hayamos aprendido también otras lengus, francés, inglés, italiano. Pero olvidamos que todos hablamos también otro lenguaje, el de los sueños, que es muy extraordinario. Se trata de un  lenguaje universal, que aparece en todas las épocas de la historia humana y en todas las culturas. El lenguaje de los sueños de un primitivo, el del faraón en la Biblia, el de un habitante de Stuttgart o de Nueva York, es casi el mismo. Lo hablamos todas las noches. Aunque en la mayoría de los casos olvidamos lo que hemos soñado, y entonces sostenemos que no hemos soñado, la verdad es que soñamos noche tras noche.
¿Cuáles son las peculiaridades del lenguaje de los sueños? En primer lugar, es precisamente un lenguaje nocturno, un lenguaje del dormir. Es más o menos como si sólo pudiéramos hablar francés de noche y de día no entendiéramos ni una palabra de esa lengua. Además, se trata de un lenguaje simbólico. Podríamos decir que expresa en forma concreta vivencias internas, con respecto a cosas sensibles, casi aferrables, visibles, que lo externo ocupa el lugar de lo interno y la cosa el lugar de la vivencia. Ocurre como en la poesía: cuando un escritor dice: "La rosa roja me entibia el corazón", nadie piensa que la temperatura haya subido, pues la frase se refiere a un sentimiento, a una vivencia, expresados en forma de un hecho físico concreto.
...
Otra cosa que nos enseña el lenguaje de los sueños es que durante el sueño aprendemos mucho más sobre los demás y sobre nosotros mismos, que lo que sabemos en estado de vigilia. En el sueño -y enseguida volveré sobre esto- somos en cierto modo más irracionales, pero en otros respectos también mucho más sabios   tenemos una percepción mucho más aguda que en la vigilia. ...
Encontramos aquí otro aspecto del lenguaje de los sueños que se relaciona con el anterior y que en general no se valora suficientemente cuando se habla de los sueños: la mayoría de los hombres (digo "la mayoría", aunque no dispongamos de estadísticas al respecto, por lo que quizá debiera ser más cuidadoso y hablar sólo de "muchos hombres" o a lo sumo de un buen númro que yo he visto en mi práctica psicoanalítica) se muestran en el sueño creativos de una manera como no soñarían serlo durante la vigilia. Se vuelven  creadores de cuentos, de relatos,  de mitos -los mismos hombres que en estado de vigilia son incapaces de producir todo eso, ni siquiera con el mayor esfuerzo. Me han relatado muchísimos sueños que se podrían publicar literalmente y que se aceptarían como relatos breves de Kafka, lo miraría como si no estuviera en su sano juicio. Y seguramente eso le parecería imposible. En el sueño él es un poeta, un artista, pero ese mismo hombre pierde todas esas capacidades durante la vigilia. Hasta se podría, en última instancia, definir a un artista creador como a un hombre que es creador sin dormir, es decir ,  es creador aunque esté despierto.
 De día el hombre corrresponde a una determinada cultura, lo que decimos depende mucho de dónde hayamos nacido. Un africano perteneciente a una raza cazadora habla de otras cosas y con otras categorías que las nuestras, eso se entiende por sí mismo. Lo que hablamos está socialmente condicionado, pro en el sueño hablamos un lenguaje universal. Nuestro lenguaje diurno, que consideramos nuestra lengua materna o una lengua extranjera, es siempre un lenguaje socialmente condicionado. El lenguaje de los sueños, en cambio, es un lenguaje universal, el lenguaje de la humanidad.
¿Cómo se explica esa peculiaridad? En primer lugar, debo entrar aquí en una cuestión que quizás parezca complicada, pero en realidad es muy sencilla: la differencia entre el dormir y la vigilia. Vivimos en verdad dos formas de existencia, que damos tan por sentadas que a menudo no estamos para nada conscientes de ellas; pasamos una parte de nuestra vida despiertos, y otra parte durmiendo. Pero ¿qué significa que estamos despiertos? Cuando lo estamos, nos encontramos en una situación  en que debemos preocuparnos de nuestra vida; debemos trabajar, conseguir lo que necesitamos para poder vivir, defendernos contra ataques; en suma, debemos "luchar y combatir". Esto tiene consecuencias para nuestra conducta y también las tiene para nuestro pensamiento. Para nuestra conducta: debemos ocupar nuestro lugar y comportarnos según las expectativas de la sociedad en que vivimos, para poder producir y trabajar. Psero -y esto es más importante- ejerce también una gran influencia sobre las categorías de nuestro pensamiento y de nuestro sentimiento.
De día tenemos que ver las cosas tal como debemos verlas para manipulalarlas, para tratar con ellas, utilizarlas, hacer algo con ellas. DEbemos comportarnos razonablemente y "razonablemente" significa: como los demás, de modo que los demás nos compendan, pero también de modo que nos acepten y o digan: este tipo es un estrafalario o está loco. Así, pensamos y sentimos lo que nos prescriben la "sana comprensión" y el supuesto "sentimiento sano" del hombre. Pensamos y sentimos que todos amammos a nuestros padres, que ellos y todas las demás autoridades no sólo quieren lo mejor, sino stambién saben y hacen lo mejor, y otras cosas por el estilo. Nos sentimos felices y alegres cuando la ocasión lo exige y tristes cuando la ocasión exige otra cosa, aunque en realidad muchas veces no sintamos nada, sino que pensamos que lo sentimos, porque ponemos una carga alegre o triste. Y no pensamos lo que parece absurdo "porque no puede ser lo que no debe ser". El mejor ejemplo de esta sitaución es el del cuento de Andersen sobre el traje del emperador: el emperador está desnudo, pero todo el mundo piensa que tieneuna vestimenta maravillosa, porque es lo que se espera; sólo un jovencito ve que no tiene ninguna vestimenta, porque su penamiento aún no está formado como el de la mayoría de los hombres en estado de vigilia. Hacemos, pensamos y sentimos lo que se espera de nosotros cuando estamos despiertos.
 Elijo otro ejemplo de sueño que ilustra este mismo punto. Un gerente ocupaba una elevada posición en una empresa; sólo tenía un director por encima de él. Y conscientemente se decía: estoy en muy buena relación con mi jefe, me agrada mucho, no tengo ninguna dificultad con él. Luego tuvo un sueño: se ve maniatado, le han ligado las manos con cable telefónico, y el teléfono cuelga aún de los extremos de ese cable. Y ve a ese director yacente junto a él en el suelo, aparentemente dormido, y siente una espnatosa cólera. Encuentra un martillo, lo aferra con ambas manos y trata de romper la cabeza del director. Golpea, pro no pasa nada; el direcstor abre los ojos y le sonríe irónicamente...Aunque el hombre cree que tiene una buena relación con su director, el sueño nos muestras que en realidad lo odia, se siente maniatado, sometido, ligado y totalmente impotente y privado de fuerza frente a él. Esta es la realidad que él vive en el sueño, pero que se esfuma, al menos aparenemente, durante la vigilia.
¿Qué sucede entonces en la situación de sueño? Somos libres. Eso es sorprendente y quizás suene etraño. Pero en cierto modo se puede afirmar: sólo cuando dormimos somos libres, es decir, en esos lapsos no tenemos ninguna responsabilidad de luchar por la vida, no necesitamos conquistar nada, no debemos defendernos ni que adaptarnos a nada, pensamos y sentimos lo que NOSOTROS pensamos y sentimos. Nuestro pensamiento y sentimiento adquieren en el sueño la más extrema subjetividad. No nocesitamos HACER nada, sólo necesitamos SER. En el sueño no perseguimos ningún fin. Podemos vivir el mundo tal como se nos presenta, como realmente lo vemos, y no como DEBE parecernos para lograr un cualquiera. Dicho de otro modo: en el sueño el inconsciente aparece en el escenario. pewro el inconsciente no es nada misterioso, sólo significa que que en el sueño aparece lo que en la vigilia no sabemos, como algo que sabemos, y viceversa: en la vigilia es inconsciente la conciencia del sueño, y en el sueño es inconsciente la conciencia de la vigilia. Se trata de dos planos distintos: uno y otros osn alternativamente conscientes e insconscientes en el sueño y en la vigilia.
¿Significa eso que somos irracionales e instintivos en el sueño? Muchas veces, por cierto, pero de ninguna manera siempre expresa lo irracional contra lo racional. Tenemos sin embarrgo con mucha frecuencia durante el sueño, según hemos dicho, una gran penetración, una mayor sabiduría porque , somos independientes, porque podemos ver y sentir sin anteojeras . Incluso en el sueño censuramos nuestro ensueño si no nos atrevemos a tomarnos la libertad propia de los sueños, sino que cambiamos y ocultamos el verdadero contenido onírico tal como hace alguien que no quiere que otro entienda lo que quiere realmente decir. En este caso uno no quiere entenderse totalmene a sí mismo en el sueño. Por eso solemos olvidar el sueño, pues la mayor parte de ellos no serían tolerables en la vida de vigilia; sólo nos perturbarían e irritarían.
Durante el sueño somos más creadores. Desplegamos capacidades de creatividad que no conocemos ni sospechamos durante la vigilia. Pienso, por ejemplo, en el sueño de un hombre que también es un gerente de empresa que tiene mucho éxito en su profesión. (...) Este hombre se sentía my feliz porque era un triunfaro. Y en realidad, por sus ingresos y la influencia que tenía, podía sentirse así, porque en general sentijos lo que debemos sentir. Por consiguiente, ese hombre se siente también muy feliz y entonces tiene un sueño. En la primera parte de ese sueño está junto a un pequeño lago. El lago se ve sucio, todo está oscuro y hay una atmósfera odiosa y desagradable. Y el hombre recuerda -después del sueño- que ese lago es en realidad exactamente igual a uno junto al cual vivían sus padres. Es un recurdo desgradable no sólo del lago sino también de la disposición anímica, de lo triste y miserable de su niñez. En la segunda escena se ve a sí mismo en uno de los automóviles de mayor precio, manejando por una carretera muy moderna hacia un monte al que asciende a gran velocidad y con un sentimiento de poderío y éxito -y es feliz-. Y luego viene una tercera escena, que se produce después que alcanzó el lugar más elevado. De repente se ve en un negocio de artículos pornográficos. Está toalmente solo -en el auto estaba con su mujer-, no hay allí ninguna persona, todo está polvoriento y sucio, y él se siente muy solitario y abandonado. Este sueño nos dice lo que él siente realmente sobre su propia vida, sobre su destino. Resumido muy simplemente: de niño todo era triste y sucio, ahora es un triunfador qe con gran velocidad guía su automóvil hacia la cumpre del éxito; pero al final, cuando haya pasado todo el ajetreo de ese éxito, volverá a encontrarse en la misma suciedad, miseria, tristeza y abandono en que estaba en su niñez. Todo pasará, y él volverá al sitio del que ha partido. Este no es un deseo; es una profunda percepción del vacío de su vida, expresada en el lenguaje artístico y creador del sueño.
 Podemos decir que muchos hombres serían capacees de desarrollar formas creadoras, pero se encuentran hata tal punto bajo la presión de la sociedad -bajo lo que Heidegger llama DAS MAN (el "uno cualquiera")- que no tienen el ánimo necesario para ser sí mismos y para crear algo por sí mismos. De hecho, este es un triste comentario respecto de nuestra sociedad, que no le permite al hombre realizar las cualidades creadoras que le son inherentes.
 En el sueño nos comunicamos con nosotros mismos -como en el Talmud (Berajot 55a), donde se lee.: "Un sueño no interpretado se parece a una carta no leída"- En realidad la palabra " interpretar" no es en absoluto correcta. No es necesario interpretar el sueño -pues no hay nada que interpretar-, tal como no se interpreta el chino o el italiano cuando se aprenden esas lenguas. Es un lenguaje que se aprende, que tiene su gramática y su morfología propias, un lenguaje que expresa lo vivido y que no sirve para la descripción de "hechos". Es fácil aprender el lenguaje de los sueños. Para ello no hay que ser un psicoanalista, es posible aprenderlo ya en la escuela al mismo tiempo que se estudian lenguas extranjeras. Si se comenzara a aprender el lenguaje de los suños, creo que sería muy provechoso, pues sabremos más sobre nosotros mismos y sobre otros si comprendemos nuestros sueños. Ahora bien, digo que eso puede ser provechoso, aunque también puede tener sus deventajas. En general no queremos saber tanto sobre nosotros o sobre los demás, eso sólo sirve para perturbarnos. Y sin embargo nuestra vida es más rica, más animada, más intensa cuanto más sabemos de nosotros mismos y cuantas menos ilusiones nos hacemos sobre los demás. Además, cuando comprendemos el lenguaje de los sueños nos apartamos un poco de la orientaciónintelectual unilateral, que justamente hoy es característica de la mayoría de los hombres. Entonces ya no pensamos "exclusivamente" en términos conceptuales, sino que superando ese plano logramos establecer una relación con el carácter diferenciado de los sentimientos. Integramos intelecto y emoción y dejamos detrás de nosotros las falsas alternativas. No estoy hablando de ninguna manera de un peligroso antiintelectualismo o de un nuevo sentimentalismo, sino que quiero significar que el lenguaje de los sueños puede enseñarnos algo, que hoy, más que nunca, necesitamos para la vida: en los sueños podemos transformarnos en poetas.


Fuente: EL AMOR A LA VIDA  de Erich Fromm . Capítulo III, pág.103. Editorial. Círculo de Lectores.
La imagen es obra del artista plástico Rob Gonsalves (realismo mágico)


Melan

miércoles, 23 de septiembre de 2009

MELANCOLÍA


Buscando y blogueando por a aquí y por allí, tuve la suerte de encontrarme con esta información sobre una exposición realizada en el año 2006 sobre llamada Melancolía, genio y locura en Occidente, donde no sólo se la trató aparentemente desde su punto de vista filosófico y psicológico en las diversas etapas de la historia, sino que tuvo además el aporte de grandes maestros de la pintura, los de antaño aportados por la entidad organizadora del evento y los actuales, que según la autora del artículo faltaron y bastantes, presentándose voluntariamente.
Me pareció interesante traer este artículo a esta amalgama de sentires, en principio porque la melancolía me representa de una manera particular, soy una persona melancólica, obra de las circunstancias de mi vida o de mi propia personalidad, pero lo cierto es que lo soy. Por ese motivo hace ya unos años elegí mi nick.
Por otra parte me pareció interesantísima la explicación que sobre este sentir y patología al mismo tiempo, se han dado a través del tiempo y la historia.
Me pareció interesante compartir esto tan educativo que a veces nos muestran ciertos blogs. La autora se llama Gabriela Galindo y se han citado todas las fuentes correspondientes.
Espero lo disfruten como lo hice yo.
Melan.
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Ocho pasos para entender la Melancolía por Gabriela Galindo.


La exposición Melancolía, genio y locura en Occidente que permanecerá abierta hasta enero de 2006, en las galerías de El Gran Palacio en París, hizo un recorrido cronológico separado en ocho secciones y a través de doscientas cincuenta obras, por la representación iconográfica más relevante de esta figura alegórica a lo largo de más de veinte siglos.


Estela: La exaltación de la flor 



El tema de la melancolía ha ocupado la atención de filósofos, médicos y artistas desde tiempos inmemoriales. Esto se comprende por el misterio que guarda desde su propia definición, ambivalente y fascinante, que se refiere por un lado a un estado de humor corporal que se produce por la excreción de un líquido viscoso, negro y nauseabundo, pero por otro lado nos refiere a un estado del alma que exalta los sentidos y que emana una genialidad que linda con la locura, además de ser considerada como una célebre maldición que surge del planeta Saturno, el opuesto absoluto de Júpiter, denominada La Enfermedad Sagrada.


La melancolía o bilis negra (del griego melas = negro, y xolias = humor) en su origen se refería a uno de los cuatro humores producidos por el cuerpo humano: sangre, bilis amarilla, flema y bilis negra. Cada uno de ellos provoca un temperamento particular con características específicas y que se combinan para determinar los estados de salud y enfermedad del cuerpo y el alma. De esta forma, un sujeto podía ser sanguíneo, colérico, flemático o melancólico, según el humor correspondiente dominante en su temperamento.


Encontramos así, en la teoría de los cuatro humores cardinales de Hipócrates y de Galeno, los cuatro elementos, las cuatro estaciones y las cuatro principales edades de la vida humana:


Sangre                       Aire                           Primavera                                     I nfancia


Bilis Amarilla              Fuego                          Verano                                   Adolescencia


Bilis Negra                 Tierra                           Otoño                                      Edad Adulta


Flema                         Agua                             Invierno                                   Vejez




Tanto Platón como Aristóteles distinguieron dentro del amplio campo de la melancolía dos formas diferentes de euforia y depresión. El primero separa la "manía divina" de la manía patológica (del "loco exaltado"), mientras el segundo separa la melancolía de los genios de la melancolía como enfermedad (allí donde la bilis se enfría), sin desconocer el hecho que pueden existir individuos en los cuales la melancolía genial se transforma en enfermedad propiamente dicha.




Domenico Fetti



Lucas Cranach El Viejo
                                                                                                                          Lucas Cranach. El viejo


Vista como enfermedad, la melancolía esta inminentemente asociada a la tristeza, depresión, angustia y locura. Desde el Problema XXX atribuido dudosamente a Aristóteles, se consideraba que las manifestaciones de los melancólicos se dan siempre bajo estados distintos a la conciencia normal, en estados de éxtasis o locura. En la edad media, era atribuido a la presencia del demonio y comprendido como un pecado, por su estrecho vínculo con la acedia (o acidia), uno de los pecados capitales y que era entendida como una penosa incapacidad de reconnocer la bondad del mundo y el hombre. La presencia del componente negro (bilis negra) está asociada a los afectados por este mal hasta el Renacimiento. Sin embargo hasta 1819, cuando el médico Jean Etienne Esquirol la define como una manía, es cuando realmente empieza a ser estudiada y tratada como una enfermedad psiquiátrica. Freud en su estudio Duelo y Melancolía, reconoce que el origen de “este mal” es producido básicamente por una pérdida desconocida.


Aún así, el prestigio de este estado de perturbación del alma se debe a su inminente asociación con la creatividad, o más precisamente con la genialidad: "Los melancólicos son de naturaleza seria y están dotados para la creación espiritual" (Problema XXX, i). Asimismo, encontramos que en las notas de Marsilio Ficino (1433) define a la bilis negra como un impulso del alma que busca el centro de las cosas singulares y la eleva hasta la comprensión de las cosas más elevadas.


Esta pardójica dualidad ha hecho que la melancolía siga siendo objeto de estudio y atención. Aún dentro de su concepción moderna conocida como Depresión, se sigue reconociendo ese misterio que la hace un tanto incomprensible. La iconografía del tema es inagotable y por ello no es sorprendente que el arte haya sido uno de los principales frentes de exposición del concido Mal de Saturno.


Los Ocho Pasos


“No sé por qué razón pero todos los que han sobresalido en filosofía, la política, la poesía o las artes eran manifiestamente melancólicos…”


Aristóteles


La primera sección de la exhibición nos remite al más remoto origen del tema: La Antigüedad. La sala abre con esta cita de Aristóteles y muestra tres excelentes ánforas griegas que muestran la muerte de Ajax, a Penélope tejiendo y destejiendo, y las tareas de Hércules. La selección de estas obras es bien pensada y exacta, Aristóteles menciona como ejemplos de caracteres "melancólicos" y, al mismo tiempo geniales, de personajes como Hércules, Ajax y Belerofonte.


En la primera sala destaca una lápida funeraria del Templo de las Musas en Atenas, que muestra a un resignado hombre frente a una devastadora ola que ha arrasado con todo. En el centro de la sala, se presenta una pequeña estatua de bronce que enseña el arquetipo del melancólico sentado con la mano en la mejilla, representación clave de la actitud provocada por el ya mencionado humor de bilis negra.




Escultura romana



Martin Schongauer
Martin Schongauer


La segunda sala lleva el título de La Piscina del Diablo: La Edad Media, en este periodo, la divinidad y el temor al diablo serán los móviles principales de representación iconográfica. El antropólogo Roger Bartra sugiere que en esta época el tema de la melancolía era fundamental por un motivo conocido: los exorcistas de la Iglesia católica debían aprender a distinguir la melancolía de las manifestaciones de la posesión demoniaca.


“ Se trataba de un problema candente y práctico, pues en una época en que las persecuciones de brujas se extendían por todo Europa, los exorcistas acudían a veces a la medicina para reconocer señales satánicas en quienes eran afectados por síntomas que podían ser producidos por el morbo melancólico. El problema así planteado, además, se conectaba evidentemente con la antigua idea aristotélica de la relación entre el genio y la melancolía, lo que contribuía a darle un aura de extraordinario aunque misterioso atractivo.” (“Melancolía y cultura” 1997)


En esta sala encontramos pinturas de el Bosco, Martín Schongauer y Lucas Cranach el Viejo. La tentación, la pereza, el desorden del espíritu y los aires de Reforma en la Iglesia dieron lugar a imágenes melancólicas de luto y aflicción.


En el tercer salón nos encontramos con Los hijos de Saturno: El Renacimiento. Periodo en que se reinventa el significado de la melancolía, dotándola de un sentido de heroicidad espiritual y locura divina. Esta sala presenta obras de artistas como Hans Baldung-Grien, Giuseppe Arcimboldo y Nicolas de Leyde, y está coronada con el grabado de Durero Melancolía I al que Erwin Panofsky dedicó un ensayo clave en 1923. Éste, es el tercero de tres importantes grabados dedicados al tema y realizados entre 1513 y 14 (El caballero, la muerte y el diablo y La celda de san Jerónimo, son los otros dos).


Esta grabado es fundamental, ya que en él se resumen, con una gran maestría de trazo y proporción, todos los símbolos que hasta ese momento habían sido asociados con la idea de melancolía: desde la corona aparentemente de laureles de la mujer-ángel que apoyada sobre el puño izquierdo, lleva un compás en la mano derecha y en la cintura porta una bolsa bien provista, símbolo de la riqueza mercantil de los melancólicos. El personaje está a medio cubrir por los pliegues bajos del vestido, donde se percibe el extremo de un enema, objeto que simboliza el lado excremental de la melancolía. A sus pies están los útiles del artesano-geómetra, un tintero, una esfera, una escuadra, un cepillo, una sierra, una regla y algunos clavos. El sol negro que ilumina el cielo se ve además ceñido por el círculo de Saturno, el señor de los anillos, el planeta anal. Además de algunos otros elementos comunes en los tres grabados como el reloj de arena y el perro.


Alberto Durero




La cuarta parte de la exposición se titula Anatomía de la Melancolía, en honor a la obra fundamental de Robert Burton escrita en 1621, e ilustrada por Guercino. En este periodo se marca la pauta de interpretación médica posterior del tema de la melancolía.




Philippe de Champaigne



Valentin de Boulogne



Es patente que en este periodo, en el campo del arte, la melancolía pierde algo de su sentido mágico y la representación iconográfica se reduce a la imagen de una mujer sentada con la cabeza apoyada sobre la mano izquierda en acción meditativa o bien a la representación de personajes religiosos característicamente melancólicos como San Jerónimo o Magdalena. En esta sala se encuentran obras de: Domenico Fetti, Valentin de Boulogne, Michael Sweerts, y Nicolas Poussin.


La quinta sección Las luces y las sombras en el siglo XVIII describe como la melancolía se comienza a enmarcar en el ámbito de la locura, como una enfermedad del espíritu. El tema de la bilis negra comienza a ser tratado desde la razón y se reconoce como un territorio que posteriormente se definirá como “procesos de interiorización” o “ensimismamiento”. La melancolía burguesa del siglo de XVIII llega a ser un malestar general, una forma de vida. Su decorado es la Naturaleza y la Soledad que le permite al sujeto reconcerse a sí mismo dentro del mundo y reconcer su individualidad.


Aquí encontramos obras de Watteau y Giovanni Battista, destacando la presencia de Goya como un representante importante en el marco de este periodo. Este artista particularmente se interesó por el tema de la melancolía y los cuatro temperamentos, dedicó innumerables obras al tratamiento de la simbología y caracterizaciones del Mal del Siglo como lo definió Diderot, entre las que se encuentran la famosa representación, ausente en esta exposición, de Saturno devorando a un hijo (obra que pertenece a la colección del Museo del Prado y que suponemos es imposible de obtener en préstamo) con la imagen negra y fatalista de Saturno y el centro neurálgico de obras posteriores de este artista.


Francisco de Goya





Caspar David Friedrich


En el sexto paso llegamos a La Muerte de Dios: El Romanticismo. En esta época se nota como la melancolía deja de ser un emblema y ya no es tratada como sujeto de estudio como tal. La pérdida de la fe y el desconsuelo de las circunstancias trágicas de la situación mundial vuleven la atención del individuo hacia el mundo exterior, más que al sujeto individual. Entre las obras representativas de esta sala destaca una versión de La muerte de Sardanápalo de Delacroix y las obras de Caspar David Friedrich, eminente representante del arte romántico.


Para el Siglo XIX la muestra se presenta con el título de La Naturalización de la Melancolía. En esta sección, quizá en parte por el cansancio (hasta este momento en ninguna sala hay un espacio para un descanso) la exposición parece declinar un poco, comienza a ser confusa y la selección de las obras ya no es tan ajustada. Las obras parecen ser más representativas de la locura, más que de la melancolía. Encontramos uno de los retratos de Van Gogh, un loco y melancólico por excelencia, además de obras de Franz Xaver Messerschmidt y Thomas Eakins.


Vincent van Gogh 



La entrada de la sala del siglo XX, representa con exactitud el título de esta sección: La Angustia de la Historia, con la presencia del fotógrafo español David Nebreda que presenta tres autortretratos brutales y conmovedores de una introspección personal dentro de un discurso casi obsceno y completamente desmoralizador. A esto le sigue una mezcla un poco extraña de obras de artistas contemporáneos, desde Hopper, Sironi, Picasso, Mueck y Dix. Aquí sobresale una pintura melancólica por excelencia: uno de los últimos autorretratos de Zoran Music, donde una figura reclinada se disuelve en una plomiza licuidad del gris.




David Nebreda



En todas las colecciones que pretenden abarcar un tema, siempre hay ausencias y sobrantes, no es posible abarcarlo todo, presentarlo todo y mucho menos cuando se trata de un tema tan complejo e ilimitado como la melancolía. Sin embargo sí siento la inquietud de preguntar por qué se abordó de forma tan limitada la segunda mitad del siglo XX. Es notable la ausencia del pop, el minimal y el arte conceptual. Una de las pocas obras incluidas de este periodo que es destacable, quizá sobre todo por su tamaño y realismo, es una escultura de Ron Mueck que presenta una de sus gigantescas figuras, esta vez es la de un hombre mayor, grande y gordo de mirada penetrante, que está sentado en la esquina de la sala. Esta pieza es tan real que cuando uno le está mirando los ojos al sujeto, juraría que puede percibir como el resto del cuerpo se está moviendo ligerísimamente con ese ritmo natural que marca la respiración de un ser viviente.


Ron Mueck



Hoy en día la melancolía sigue siendo un mal común, que no ha resuelto ni el psicoanálisis ni el Prozac. Pero hay que entender que ya no puede ser vista desde el ánimo de la bilis negra y mucho menos como un mal demoníaco o de insanidad mental. Hay que entenderla como un estado de sensibilidad refinada. El melancólico moderno siente una suerte de repulsión hacia los asuntos mundanos y se siente inclinado por aquello que lo sobrepasa. Por ello, se ve a sí mismo como algo inferior, y no encuentra consuelo  ni en sí mismo, ni en los demás y mucho menos en el mundo que lo rodea.


Melancolía, genio y locura en Occidente, si bien tiene algunas carencias o sobrantes es una de las selecciones más claras y bien documentadas que nos permiten comprender no sólo el tema de la melancolía sino hasta el nivel de las reflexiones del hombre en torno a su naturaleza individual y social.


Edward Hopper





Zoran Music   



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INFORMACIÓN DE LAS OBRAS


inicio


Encontrado en Farsal


Fragmento de estela llamado "La exaltación de la flor " o estela de Farsal, Entre 470-460 aC.


Mármol, 56,5 x 67 x 15 cm






Domenico Fetti


La Melancolía, 1614 ?


Óleo sobre tela, 172,5 x 128,2 cm






Lucas Cranach el Viejo


La Melancolía, 1532


Óleo sobre madera, 76,5 x 56 cm






Obra Romana


Ajax


Obra romana de inicios de la época de Augusto , Asia Menor


Bronce, 29 x 33 x 7,7 cm






Martin Schongauer


San Antonio atormentado por los demonios


Entre 1470- 1473


Grabado, 31,2 x 23 cm






Alberto Durero


Melancolía I, 1514


Grabado a buril, 24 x 18,9 cm






Philippe de Champaigne (?)


La Vanidad, o alegoría de la vida humana,


Priimera mitad del siglo XVII


Óleo sobre madera, 28,4 x 37,4 cm


Valentin de Boulogne


Músicos y soldados, entre 1626


Óleo sobre tela, 155 x 200 cm






Francisco de Goya y Lucientes


Los tiempos, llamada Las Viejas, entre 1808-1812


Óleo sobre tela, 181x125 cm






Caspar David Friedrich


Vista de Arcona al salir la luna, entre 1805-1806


crayón y sépia, 60,9 x 100 cm






Vincent van Gogh


Retrato del Doctor Paul Gachet, 1890


Óleo sobre tela, 68 x 57 cm






David Nebreda


El espejo, la cenizas y el alfa quemado sobre la frente, 1989


El regalo de la madre. El nuevo cuchillo lleva mi nombre, 1989


El rostro cubierto de la más pura sangre, 1989


Fotografía a color sobre papel, 102 x 75 cm






Ron Mueck


Sin título (Hombre gordo), 2000


resina de poliéster pigmentada y fibra de vidrio ,


203,8 x 120,7 x 204,5 cm






Edward Hopper


Mujer al sol, 1961


Óleo sobre tela, 101,92 x 155,58 cm






Zoran Music


El sillón gris, 1998


Óleo sobre tela, 162 x 130 cm
Fotografías tomadas del sitio: Galeries Nationales du Grand Palais


A excepción de las fotos de David Nebreda que fueron tomadas de la revista Bande àpart
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Fuente. © Réplica21. Todos los derechos reservados. 2000-2008 QUIENES SOMOS I CONTACTO I MAPA DEL SITIO Fecha de publicación: 20.11.2005

martes, 22 de septiembre de 2009

¿ES EL AMOR UN ARTE?



¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya expriencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte? Este libro se basa en la primera premisa, si bien es indudable que la mayoría de la gente de hoy cree en la segunda.
No se trata de que la gente piense que el amor carece de importancia. En realidad, todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender , acerca del amor.
 Esa peculiar actitud se basa en varias premisas que, individualmente o combinadas, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en  ser amado y no en amar no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito,  ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas, por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, tales como tener modales agradables y conversación intereantes, ser útil, modesto, inofensivo. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para ganar "amigos e influir sobre la gente". En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivales a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex appeal.
La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. Tal actitud tiene varias causas, arragaidas en el desarrollo de la sociedad moderna. Una de ellas es la profunda transformación que se produjo en el siglo veinte con respecto a la elección del "objeto amoroso". En la era victoriana, así como en muchas culturas tradicionales, el amor no era generalmente una experiencia personal espontánea que podía llevar al matrimonio. Por el contrario, el matrimonio se efetuaba por un convenio -entre las respectivas familias o por medio de un agente matrimonial, o también sin la ayuda de tales intermediarios; se realizaba sobre la base de consideraciones sociales, partiendo de la premisa de que el amor surgiría después de concertado el matrimonio-.
En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteaméricaa, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente  aspira a encontrar un "amor romántico", a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.
Hay en la culura contemporánea otro rasgo característico estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste  en la exictación de contemplar las vidrieras de los negocios y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características espeficas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente. Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, una joven que bebía y fumaba, emprendedora y sexualmente provocadora, resultaba atractiva, hoy en día la moda exige más domesticidad y recato. A fines del siglo XIX y comienzos de éste (XX), un hombre debía ser agresivo y ambicioso -hoy tiene que ser sociable y tolerante- para resultar atractivo. De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser  deseable desde el punto de vista de su valor social  y, al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuanta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto  disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. Lo mismo que cuando se compran bienes raíces, suele ocurrir que las potencialidades ocultas susceptibles de desarrollo desempeñan un papel de considerable importancia en tal transacción. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay  en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.
 El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre las experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado, o mejor dicho, de "permanecer" enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se siente uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y exitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atraccción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor, es por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la exitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto: en realidad, consideran las intesidad del apasionamiento, ese estar "locos" el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.
 Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue  siendo la idea prevalenciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no exite ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan amenudo como el amor. si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores -o renunciaría  a la actividad-. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor,  sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso  del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.
  El primer paso a dar es tomar concienciade que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder cen la misma forma en que lo haríamos si quisiérmaos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.
¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte?
El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades. Una vez adquirido todo ese concocimiento teórico, aún no soy en en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte -el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia; nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor. Y quizá radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en contadas ocasiones trata de aprender este arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor; éxito, prestigio, dinero, poder, dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy poca a aprender el arte del amor.
 ¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio y que el amor, que "sólo" beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías? Sea como fuere, este estudio ha de referirse al arte de amar en el sentido de las divisiones antes mencionadas: primero, examinaré la teoría del amor -lo cual abarcará la mayor parte del libro-, y luego analizaré la práctica del amor, si bien es muy poco lo que puede decirse sobre  la práctica de éste como en cualquier otro campo.


Fuente: El arte de amar de Erich Fromm. Capítulo I "¿Es el amor un arte?". Paidós Studio. 1996.
La imagen es del artista plástico español Luis Royo
Melan

lunes, 21 de septiembre de 2009

Primavera ha llegado por estos sures...


El calendario del hemisferio sur dice que hoy llegó la primavera, que hemos cambiado de estación, que las flores nacen y los brotes de las plantas se transforman rápidamente en hojas que tupirán los árboles en el verano que la primavera hace presentir.
Hoy es primavera y en Argentina también el día del estudiante, el secundario claro. Día en que los adolescentes de todas las épocas lo festejaron, cada generación según sus costumbres, sus modas, sus modos de vida.
Mi época adolescente la recuerdo con inmenso cariño, fuí feliz, por lo menos dos años, fueron especialmente felices e intensos y uno particularmente el día de la primavera de mi primer año en la secundaria, donde descubrí dones en mí desconocidos hasta entonces, donde por primera vez alguien, un chico, ponía su mirada en mí y buscaba mi compañía. Ahh...dulces recuerdos de la adolescencia de antaño, sí porque para mí ya es antaño, para qué negarlo, todas las etapas de la vida son valiosas si uno ha sabido vivirlas intensamente en cada una de sus expresiones y momentos.
Yo viví primaveras hermosas, pletóricas de sueños y de actividades, sin tiempo para dormir, pero mucho para disfrutar y ser feliz. Hoy me lo agradezco, hoy me alegro de haberlo vivido así. Las primaveras desde hace un tiempo en mi vida no son más que un día del almanaque y vestirse con menos abrigo.
Hasta hace poco reordenaba mi jardín pero por ahora trendré que esperar un año hasta que mi perra cachorra se tranquilice y deje de romperme plantas y macetas, motivo por el cual ponerme a plantar flores sería una inutilidad, pero la verdaad es algo que extraño.
Llegué a tener bonitas alegrías del hogar, petunias que en una época resultaban infaltables en mis canteros, recuerdo que era la ceremonia del 21 de setiembre junto a mi hija mayor. Ese día salíamos a los viveros y volvíamos con diferentes plantines, pero Noelia tenía predilección por plantar petunias a los costados del pasillo de entrada. Recuerdo que luego crecían muy grandes y se llenaban de flores, conservo fotografías de ella con un muñecote entre sus bracitos sentadita en medio de las petunias. También le he sacado fotos junto a los alelíes, y junto a los rayitos de sol, todas flores hermosas ... pero ninguna tanto como mi bebé. Con la más chiquita ya tuve menos tiempo, pero el rito primaveral de las petunias duró unos cuantos años.
Después...bueno...después la primavera en vez de ser la estación de la alegría lo fue del dolor y ya mi jardín fue quedándose sin flores, como mi vida...Ahora sólo tengo césped y un hermoso ficus que no se da por vencido de cada podada que se le da en invierno, lo tengo junto a mi ventana y ya lo siento mi compañero. Es bueno abrir la ventana, sobre todo en verano y verlo allí casi junto a mi cama.
Me gustan mucho las plantas, como todo el mundo me ocupo más de ellas en verano, porque lo necesitan y porque disfruto de mi fondo con pastito y árboles, pero también me gustan mucho los animales y a veces como este año, tendré que organizar la convivencia de la cachorra, mi perro ya viejito, mis gatitos cachorros y las plantas...Bastante tarea me espera afuera en esta primavera y verano y creo que será buena realizarla, me hará bien, creo haberlo dicho ya alguna vez, practico cada vez más el solitarismo y la vuelta a la naturaleza (exceptuando la computadora), por lo cual el contacto con mis animales y mis plantas es mucho más frecuente que con la gente, salvo mi hija que es el sol de mi  vida.
En esta etapa otoñal de mi existencia, la primavera no es una estación más, pero ya no es una estación de diversión ni de barullo, sino de mayor contacto con la naturaleza y sus asombrosas sorpresas en esta época del año. Ver reventarse los brotes y aparecer las hojitas de la parra es algo maravilloso, que los capullos de la magnolia se transformen en abiertas flores y en días mi árbol compañero comience a llenarse de hojas y cubrirse con una tupida y aliviadora sombra del verano, son todas magníficas ofrendas que nos da Dios cada año para que las disfrutemos, las cuidemos y nos solacemos con ellas.
Por eso a pesar de mis sentires otoñales muchas veces, hoy estoy feliz porque primavera... ha llegado por estos benditos sures... corroborando así las palabras de mi ídolo el Nano Serrat cuando dice:  "...el sur, el sur también existe..."

Melan

domingo, 20 de septiembre de 2009

AMAR SIN SENTIDO


Cómo te extraño amor...y qué triste estoy por eso...yo sé que hoy, es por eso. Porque abro mis correos y no hay ningún mail tuyo y yo quisiera que hubiese, claro, yo no contesté el último que me mandaste pidiéndome perdón y rogándome que no llorara. Pero no lo hice por despecho o venganza, lo hice para poder olvidar alguna vez este sentimiento, dejar atrás tantas promesas, esperanzas, ilusiones, frustraciones y dolores.
Ya no vale la pena amor, ya no tiene ningún sentido, para qué sirve seguir amándote? ¿Sirve alguna vez el amor para algo? Y, yo creo que sí, para mucho, sobre todo para sentirse amado, pero si eso no le importa a la persona amada porque ese amor no es correspondido, entonces no sirve para nada. El amor debe darse y recibirse, debe ser recíproco, es la única manera de que el amor no sea sólo sufrimiento y dolor. Cuando dos personas se aman y pueden vivir plenamente ese amor, lo cual no significa solamente el amor romántico, sino todo lo que en él puede darse uno al otro; comprensión, apoyo, compañía, caricias, silencios, miradas que aunque no se diga nada, uno pueda comprender su significado: un " estoy aquí, " por ejemplo, "no estás sola, esto que te está pasando no lo estás viviendo sola, yo tu amor, tu compañero, el hombre que te eligió simplemente porque te conoció, desentrañó tus más íntimas reacciones y pnsamientos y sin embargo con todos tus defectos pero también tus valiosas virtudes aprendió a amarte, ese hombre que te ama, está a tu lado ahora."
Si podemos vivir el amor con lo dicho y con la alegría del logro compartido, de que aunque tengamos sólo monedas hasta fin de mes, tenemos nuestro pequeño escondrijo y estamos juntos, en definitiva, si podemos vivir el amor con todas sus variables, porque cuando amamos el amor está en todas las circunstancias de nuestra vida, entonces cuando amamos así y existe esa persona a quien damos todo y nos da todo, entonces sí vale la pena no solo seguir amándol@, sino seguir trabajando, estudiando, saliendo, conectándose con el mundo, llorar, reir, dormir, correr, todo vale la pena en ese caso, pero lo más importante y que reúne a todas esas experiencias, es que vale la pena seguir viva...Por todo esto quiero olvidarte definitivamente amor, porque en nuestro caso, sólo yo te amo y sólo yo te amé siempre y si no hago algo ya, sólo yo te seguiré amando eternamente...y será sin ningún sentido...

Melan

Tibia luz




En medio de mi soledad sos mi tibia luz. Sigo buceando en el túnel que me conduce al pasado y vuelvo por el mismo y sigo amándote. Cómo, me pegunto  cada día, cómo puedo amarte todavía. No cesará nunca de latir este corazón sin recordarte? Variarán los océanos y las playas y los continentes volverán a unirse como antaño y siempre seguiré amándote? Quién me incrustó este loco amor en la sangre, en las venas, en cada una de mis células, en mis poros y en mis cabellos? Quién sino Dios pudo haber extendido un poco de su divina luz sobre esta alma mía para que yo siga amándote todavía? Pero hay algo que no puedo entender por más que imponga a mi mente una respuesta y es por  qué si en mí duró tanto, pero tanto, tanto.... en vos sólo fue amor de un día....

Melan
(gracias Nano...)

sábado, 19 de septiembre de 2009

Tuve un buen día hoy...




Tuve un buen día hoy y te recordé bastante. Recordé nuestra historia y nuestro último diálogo. Pasó el día nada dijiste, quizás hubiera necesitado tu voz, pero no para decir lo que sé querés decirme siempre en esa fecha, sino para decirme...no, para qué...si nunca lo dirás... Llegará pronto otro día que sé siempre esperás que te llame o te envíe un mensaje, bueno por lo menos eso me pareció los dos últimos años, a esta altura ya no sé muy bien qué querés y qué no querés de mí.  Todavía no sé qué haré ese día, aunque si tenés oportunidad de leer esto ya sabés que lo reuerdo. Eso siempre lo supiste, nunca dejé de recordarlo. Ni cuando no teníamos ningún tipo de comunicación y eso vos lo supiste después. A veces pienso qué fiel que fui a este amor que siempre te tuve y de qué poco sirvió. Pero no importa, yo lo fuí porque así lo sentí, porque no necesitaba a nadie más,  porque a pesar de ....setiembre... yo te amé toda la vida y nunca nadie estuvo en mí como vos. De la verdadera forma, por lo menos de la que yo más valoro, la de los sentimientos, la del amor.
Tuve un buen día hoy y te recordé mucho, es una pena no tener ni siquiera una fotografía tuya para tenerla en mi escritorio, la de la ballesta no la puedo pegar en ningún lado, le pusiste una traba inquebrantable.
Está bien, siempre tuviste miedo de mí, de mis reacciones, de mis palabras. De las últimas puedo darte un crédito, pero de las primeras más que remitirme a las segundas nunca lo haría. Tuve la oportunidad, la tengo si quisiera, pero para qué abundar ya te lo dije en mi último mail, jamás lo haría.
Tuve un buen día hoy y te recordé demasiado, porque creo que vos...nunca... me recordás ni siquiera un poco.


Melan.

jueves, 17 de septiembre de 2009

TRISTEZA

Hoy es jueves 17 de setiembre de 2009, hoy a esta hora pero hace 33 años, me estaba casando por civil, con el hombre que fue el padre de mis dos amadas hijas y con el cual conviví 23 años, una  vida y de quien estoy separada desde hace 10.
Pasan cosas extrañas hoy en mí, porque además de este anirversario hace ya mucho tiemo no festejado (muchos más que 10 años), hoy también es un día de connotación muy triste para mí. Un día como hoy, hace 15 años, mi hija salía en ambulancia rumbo al Hospital Garraham, para no volver nunca más a su casa, a su hogar.
En realidad hoy me siento triste, pero mi tristeza tiene que ver con el último día de mi nena dulce en su casa, en el que había sido su hogar desde que nació, yo la llevaba en la ambulancia, pero jamás creí que se daría esa circunstancia. La leucemia es así, de pronto, a veces, no perdona ni una varicela y entonces los hijos se nos van para siempre porque tuvieron varicela mientras tenían leucemia. Dios un día me lo va a tener que explicar, tendrá que hacerlo, no puede haber sucedido algo así, sin motivo valedero, no, no debía haber sucedido, salvo que Dios tenga un justificativo lo suficientemente importante para llevarse a una dulce adolescente de 16 años, diecisiete días después a su lado y para siempre...Yo creo que algo importante y bueno tendrá que haber ocurrido en el mundo después de ello, para que se justifique tamaña injusticia, ausencia y dolor en mi alma.
Bien, le prometí a ella no pensar mucho en las fechas, pero justamente tengo esa mala costumbre, las memorizo demasiado  y no puedo olvidar esos días especiales. Pero dejaré este tema porque no quiero caer en el llanto y el dolor lascerante que me produce recordar estos días.
Miro por mi ventana y veo el día gris, hoy no ha salido el sol ¿por qué será? Si la primavera ya casi está aquí y se la nota en todos lados? ¿debería ser un día soleado no? Sin embargo se lo ve más propenso a la lluvia que al sol y pienso que está como mi alma, más cerca de las lágrimas que de la sonrisa.


Hoy es imposible que la tristeza no sea el sentir protagonista de mi día. Aniversario de un matrimonio fracasado y de una hija que partió para siempre.
 Sí, hoy la tristeza da nombre a mi amalgama, que no lo es, porque reina absoluta en mi alma. Hoy...tristeza está conmigo y parece no querer abandonarme en mucho tiempo.


Melan.

sábado, 12 de septiembre de 2009

La ilusión del solitarismo y valga el neologismo...

Cabañita para Nix


En la respuesta al comentario que me dejó Nix, me olvidé de decirle que yo también sueño y diariamente con excluirme del mundo en una cabaña esondida en el bosque, que por supuesto tenga computadora, como ella también lo pide. Pero además le voy a dejar unas cuantas ideas que encontré para la supuesta cabaña, que en mi caso si no se concreta (cosa que es lo más probable) se transformará en un monoambiente que ya tengo hecho y que sólo habría que reciclar un poco en el fondo de mi casa.
 A tanto ha llegado mi necesidad de solitarismo, ya es un neologismo Nix, que no quiero abandonar del todo mi casa en la que viví toda la vida, tampoco quiero dejar de ver todos los días a mi hija aunque sea de a ratitos, pero mi necesidad de soledad y libertad son tantas que estoy pensando seriamente en trasladarme a vivir a ese lugarcito que ya con todo lo que me imaginé y proyecté siento que sería muy feliz. Me rodearía en primer lugar de mi enorme y cómodo somnier de dos plazas, de una tele, la compu, unos estantes con unos cuantos libros de los que más quiero, una mesita con tres sillas (si alguna vez invito a alguien nunca superaría ese número la necesidad de sillas), un bañito que ya lo tiene, y una kitchenette que el espacio da perfectamente. También ya tengo la heladera y para no estar ensuciando sólo me faltaría un horno microondas.
El lugar ya está dotado de una hermosa ventana que da a un pino y una gran palta y la puerta de salida a un patio con césped. Tiene un lindo cielorraso y un eficaz ventilador de techo. Sólo me faltaría extender la red de gas para el invierno o bien quizás más práctico comprarme un acondicionador frío calor. Lo estoy pensando pero no debo olvidar mi salud pulmonar. Ese cuarto está a unos diez metros de la casa principal adelante, donde por supuesto seguiría viviendo mi hija, con sus gatos, sus perra, (el perro es mío), sus libros, sus amigos y amigas, sus múltiples teléfonos, su dvd y su anacrónico desorden con el cual según ella se llevan muy bien. De la comida debería ya ocuparse ella (tiene casi 24), aunque estoy segura que los días que tiene facultad yo no podría superar esta costumbre maternal de esperarla con la cena y por supuesto acompañarla.
Ya somos dos adultas conviviendo y a veces no se hace tan fácil aunque se sea madre e hija esa convivencia, sobre todo cuando se tiene una madre como yo, que según ya he contado tengo una personalidad un tanto extraña, sobre todo en cuanto a mi modo de vida. Amo la soledad, el silencio, el estar horas contemplando los árboles y sus pájaros en sus nidos, cortar el césped en el verano y tirarme agua con una manguera porque no tengo "piscina".
 Las nenas crecieron sacamos la pelopincho y me quedé sin otra posibilidad que tirarme agua que con la manguera todos los veranos, lo cual hace rato tengo ganas de cambiarlo por una ducha al lado de la parrilla. La tiene una amiga para entrar a la pileta y es muy funcional, pero a mí me serviría para esos días de 35 o más en que recurro todavía a mi vieja manguera.
En fin, tengo muchas ideas para mi "nuevo y proyectado hogar absolutamente solitario", alfombras, cortinitas, color de las paredes, una lamparita especial para la compu, un escritorio nuevo, en fin,...cada vez que pienso en ese tema y mi cabeza comienza a proyectar ese lugar mi estado de ánimo resurge y me pongo muy bien, lo cual me da a entender que sería saludable para mí, esa nueva instalación, ese "mudarme" pero dentro de mi misma casa. Hace treinta y tres que vivo en la misma, ya es hora que se la pase a mi hija y que ella se haga cargo. Si al final va a ser suya, es hija única. Sería una manera de mudarme sin mudarme y de vivir separada de mi hija sin estarlo del todo. Sólo nos separaría un patio de baldosas con una inmensa parra y la sombra de la palta.
 Bien, al fin conté mi proyecto y la finalidad era dejarle a Nix la imagen de la cabañita que es  también su sueño, a lo mejor ella puede lograrlo y además no totalmente sola, lo cual creo que para su caso sería mucho mejor.
Yo me conformo con mi monoambiente en el fondo de mi casa...en cuanto me cure de las magulladuras veré si puedo empezar a hacer algunas cosas.
 Dejo en imágenes la cabañita y luego los distintos ambientes que pueden formar mi proyecto, con algunas variantes por supuesto, y hasta un planito que encontré que es casi exacto al lugar que yo tengo.
 Ven, nada más conté mi proyecto y mis sentires de bajón y depre, subieron a alegría e ilusión...es lo que yo siempre pensé...sólo los sueños nos permiten seguir vivos....no dejemos nunca que se apaguen de lo contrario viene enseguida el deseo de partir. Voy volando a buscar las imágenes. Dana.


Nota. La cabañita para Nix, quedó más abajo, yo quería que la vieras primero que nada, pero no pude.
 El planito es casi igual a mi cuarto solo tiene una pequeña extensión de la cocina que yo se la puedo hacer tranquilamente.
El dormitorio no me gusta pero no encontré otro más cerca de mis gustos, lo que sí tiene la ubicación exacta de la ventana de mi cuarto.
Y por último, el dormitorio revestido en madera se supone que debería ser el de la cabañita, tampoco me gusta mucho, pero...eso lo que hay...espero le guste al Bas.

Eso es todo ... soñadora me dicen? naaaa...

Melan.
Bueno, bueno, antes que estén superpuestos y no se vean preferible que estén aquí al final, se me chispotearon el dormitorio y el escritorio, pero ustedes entienden no?
Melan