lunes, 19 de diciembre de 2011

Saludo navideño



Amigos, hoy quiero dejarles un saludo navideño pero no de los comunes, con una tarjeta y nada más, hoy quiero decirles algo que pienso y por lo tanto es mi pensamiento y me creencia, cada uno está en libertad de pensar como quiera, pero yo me siento en la necesidad de decírselos: No olvidemos que en Navidad nació Jesús, nuestro Salvador, no adoremos a ese personaje extraño, gordo, vestido de rojo y todo abrigado para nuestras latitudes, llamado papá noel, que no tiene nada que ver con la festividad que recordamos los cristianos. Noel, es como tantas otras cosas traídas del norte, como la ridícula fiesta de brujas, y otras muchas costumbres que no son nuestras y que no hacen a nuestra idiosincracia.
Con el tema de la Navidad específicamente, es con lo que más me duele, nadie se acuerda de que ese día nació Jesús!! Todos corremos alienados en busca de comida y bebida como si ese fuera el último de nuestros días, además la mayoría adora, y lo que es peor, hacen adorar a sus hijos y nietos a Noel, ese viejo ridículo, vestido con inmenso abrigo con nuestros treinta grados y que sólo trae regalos a los que pueden comprarlo, porque para muchos chiquitos... no llega. Saquémosle de la cabeza a nuestros niños una creencia oriunda de quién sabe dónde y sólo recordémosle que es al Niñito Jesús a quien veneramos en la Nochebuena y Navidad, ya que Él vino para salvarnos, por lo menos hagámoslo los cristianos que se supone que en esto creemos, los que no lo son que adoren a cuanto buey pagano se les ocurra pero no lo inculquen a nuestros niños. Feliz Nacimiento de Jesús para todos! Melan.





Nota. Por favor selecciónenlo para poder leer bien porque quedó muy clarito al 


copiarlo de donde lo escribí originalmente, en mi facebook 


y no se nota bien al leerlo. Gracias. Melan

domingo, 18 de diciembre de 2011

Mutación



Ser únicamente la sombra de una mujer, sin razgos definidos, sin mirada que denote su tristeza, solamente una silueta, eso solamente quería ser ella después de tanto dolor, quería transformarse, quería mutar, quería dejar de ser quién era... Y lo logró, un pintor necesitaba una modelo y se presentó, la eligió a ella por sus formas armónicas, Henry Matisse la transformó y ella al mirarse se sintió otra y por fin... fue feliz. Hoy cuelga orgullosa de una pared del Museo del Prado.

Melan.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La llave



Por lo menos encontré la llave, espero sea la correspondiente, porque sino tendré que seguir buscando y quién sabe cuánto tiempo más me lleva esto.
 Dejo aclarado que trataré de abrir la puerta, pero si es la llave correcta, sólo podrán pasar los buenos, los justos, las buenas personas, las solidarias, las sensibles al dolor ajeno, en definitiva los que saben amar y se dejan ser amados, el resto que se busque su propia puerta, ellos tienen otro lugar.
 Ah! Me olvidaba, encontré la llave de la felicidad...



Mi presente, mis amigos y mi agradecimiento



Quiero curarme, quiero salir, quiero que mi yo interior no me retenga más, porque quiero decirle a todos que pude, que estoy bien, que salgo y hago una vida normal y sobre todo porque quiero hacerla, volver a ser lo que fuí, una mujer con ilusiones y con sueños.
 Además, es tan bueno leer las palabras de los amigos que nos alientan y nos apoyan que realmente quisiera decirles no sólo de gracias, ya estoy mejor. Por otra parte está mi hija, que es la que más siente este estado mío y no quiero perjudicarla.
 Mañana tengo terapia nuevamente el médico habla de probar una medicación nueva, sinceramente no tengo deseos de hacerlo, ya no confío en los medicamentos, al fin y al cabo en parte fueron ellos los que por solucionarme la sintomatología cardíaca me provocaron esto. Ya no confío en las medicinas, quiero salir de esto sola o acostumbrarme a esta nueva forma de vida y ser feliz en ella. 
 Como me lo dijo mi querida amiga Nix, quién dijo que para ser feliz hay que salir? Sí, es cierto, pero el problema es que hasta hace poco yo lo era, me alcanzaba con encerrarme en mi refugio con mis elementos esenciales a mano, computadora, teléfono básicamente y llegué a ser feliz. Pero una ausencia, un distanciamiento, una pelea definitiva con un ser que amo y con el cual hace ya casi un mes que no me comunico terminaron por hacer de mi encierro, de un dulce refugio, una fría prisión, donde lo único que me hace feliz es dormir.
 Otro amigo ya querido también, Josef, como también siempre lo hace Humberto me preguntan cómo hago con tantos blogs. Yo debo responderles que al principio podía porque tenía mucho tiempo y ánimo para mantenerlos más o menos al día, sin embargo hoy debo reconocer que a la mayoría  los tengo descuidados, desactualizados. Y eso tiene que ver con que actualmente siento que además de no querer salir, se están cayendo mis energías para cualquier quehacer que tenga que abordar.
 En fin, creo que no está muy bueno contar todos mis males aquí, pero lo necesito, el médico me dijo que es una forma de terapia. De cualquier modo, creo que volveré solamente cuando tenga algo bueno que contar, sino parece que me victimizo y nada más alejado de ello. En realidad quisiera que me naciera más inspiración para un blogcito que tengo escondido por allí donde estoy escribiendo algunos cuentos, no lo creo de buena factura por lo tanto no lo estoy dando a conocer aquí, salvo uno que otro que me animo y que mi amigo Humberto Dib, el escritor, me ha dado su palabra de aliento de que siga. Pero no es tan fácil, a veces pienso que realmente se nace o no se nace escritor, no es algo que pueda aprenderse. Yo puedo tener una buena redacción que me ha servido mucho en mi profesión de abogada en su momento, pero una demanda no es un texto literario, en éste último hay que poner el alma y no todos podemos. Humberto y Josef, lo hacen muy bien, los leo y me maravillo de sus ingenios y talentos, como de tantos escritores que he leído a lo largo de mi vida, es un don, me alegra por ellos, porque existen para nuestro solaz y para llegarnos al alma muchos de ellos.
 Estos son mis sentires de hoy, volveré si Dios quiere pronto, para contarles que miro por mi ventana y veo el sol y quiero salir a sentirlo en mi piel.


Nota. Sor Cecilia es también una de las amigas que siempre se preocupa por mi salud. Gracias por ser tan dulce. Un abrazo.



viernes, 11 de noviembre de 2011

Novedad no tan buena





Y ahora qué hago? Como dice el viejo dicho: Éramos pocos y... Ayer me terapeuta me diagnosticó agorafobia... Claro, por eso ese rechazo visceral a salir de casa, a encontrarme con gente, cualquiera que sea, a no hacer ninguna actividad fuera de casa y sobre todo a que cuando me obligo a hacerlas porque son imprescindibles, bancos, médicos, siento que quiero volver urgente a casa y se me acelera el pulso y siento terror de alejarme de mi refugio, como me dijo el médico, transformé mi casa en mi refugio del exterior donde me siento expuesta.
 Pero esto no tiene nada que ver como podría pensarse con  un problema de inseguridad o de temor a que me asalten o algo así, eso también lo podría sentir en casa y aquí no sucede, es un terror, un pánico increíble a creer que me puede pasar algo y yo estar lejos de mi casa, a que puede subirme o bajarme la presión, a desmayarme, a que me de un paro cardíaco, no sé a cualquier cosa y todo eso significaría a mi entender que me internen y que me alejen de mi casa! Socorroooo!!! De sólo imaginarlo me da terror!! 
 De verdad es así de fuerte y parece que se puede curar pero hay que ir de a poquito, mi médico me aconsejó que tratara de salir tramos cortos, luego como no pude me ofreció que hagamos la terapia caminando alrededor de su casa que son lindas calles y que no yendo sola me sentiría mejor, pero tampoco pude hasta ahora. Sigo con la terapia y con medicamentos para la depresión, veremos si puedo mejorar, por ahora este es mi panorama y mis sentires, que son los que tienen que ver con mi salud emocional, hay otros sentires tristes pero no son por enfermedad, es un nuevo sentir de pérdida, he perdido a un gran amor y aunque yo quiera negarlo dentro de mí siento que está, que lo estoy atando, reprimiendo para que no salga a la carrera como un caballo desbocado y se lleve toda mi vida por delante. Lo tengo controlado y eso creo que en este caso está bien, espero solamente poder seguir controlándolo hasta el punto de hacer desaparecer por completo el sentimiento. Por ahora estoy en pleno trabajo de desmitificación y de desidealización, que creo debía haber hecho hace mucho tiempo para evitar sufrimiento y dolor. Pero bueno, para este tipo de cosas creo que nunca es tarde y así sigo mi vida como todo el mundo, como puedo. No puedo mucho, pero aún soy importante para mi hija y estar aquí cuando se va y cuando llega de su trabajo o facultad yo sé que es mucho para ella, por eso a pesar de todo siento que todavía no estoy de más en esta vida.
 Algo que me olvidé de decir, que si bien yo tengo muchos motivos que pudieran haber ocasionado esta patología, por el tiempo en que empezó a ocurrir, hace tres años más o menos y por la reacción de encerrarme inmediatamente en mi casa cuando salí de la última internación en terapia que tuve, esto se lo debo a los MATASANOS DEL SANATORIO GÜEMES, de donde me autoexterné en el año 2008 no sólo por el diagnóstico que me dieron en plena cama de terapia cuatro de ellos de que yo tenía sólo cuatro años de vida si no me operaba ya mismo (actualmente me trato en la Fundación Favaloro y los últimos estudios de hace días me dan que tengo para varios años antes de necesitar una operación y mi estado es moderado, recién debo volver a mediados del año que viene para control), sino también por la pésima atención recibida desde las mucamas a los más encumbrados médicos. Ese lugar es tan sólo un depósito de enfermos, un consejo sano para cualquiera que deba internarse allí, NO SE INTERNEN NI SE HAGAN NADA EN EL SANATORIO GÜEMES DE BUENOS AIRES, EL PEOR CENTRO DE SALUD DEL PAÍS. A ellos les debo este nuevo diagnóstico y se salvaron del daños y perjuicios porque ya estaba enferma de esta patología y no quería salir a litigar, pero por  lo menos les desbaraté el negocio con los comerciantes médicos de mi Obra Social, que después del terrible escándalo que les hice en el sanatorio gritando a viva voz con la vía y el suero puesto, tuvieron que rescindir el contrato y quedarse con las manos vacías de la torta que entre ellos se repartían. Esto me alegra mucho y me conforma bastante aunque no les haya hecho juicio.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Imágenes





Qué difícil se está tornando escribir sobre mis sentires, en realidad sobre cualquier cosa. Estoy llegando a un estado de hastío tan importante que cada vez son menos las cosas que me interesan hacer.
 Hoy decidí poner un poco al día mis blogs, porque los miré y a todos hace por lo menos un mes que no los actualizo y esa es una tarea que hasta hace poco me hacía bastante bien.
 Ahora utilizo todo el tiempo en un sólo blog que he creado en otro grupo que tengo y se llama Universo Imágenes. Es que me dí cuenta que una de las tareas que más me gustaban en la creación de los blogs, era todo lo referido a la creación del formato, a lo que normalmente se le llama diseño gráfico, por lo tanto creé un blog en el que solamente subo imágenes, sin ningún tipo de texto. Al principio subía una imagen por entrada, ahora ya hago una entrada con veinte o treinta imágenes sobre el mismo tema, alguna flor en particular, un animalito o las obras de un pintor.
 He notado que esta tarea me relaja mucho y me deja pensar al mismo tiempo que busco y subo las imágenes, de tal modo que mientras elijo colores y figuras vuelo con mi imaginación o en torno de las mismas o por otros carriles. He pensado si esto no es en realidad una involución intelectual, porque la realidad es que hago un trabajo más manual y con muchísimo menos intervención del intelecto, ya que no es como la escritura de textos en donde tengo que pensar el tema y organizar su redacción o como ahora fijarme bien de la hilación de la misma, aunque no esté contando nada ficticio sino real. 
 Al subir imágenes solamente uso unas pocas neuronas que tienen que ver con la vista y el sentido de la armonía en el colorido que es lo que más me gusta a mí, pero no hago una profundización de una búsqueda que haga que mi mente trabaje mucho más. La antítesis de este blog sería, otro que tengo en el mismo grupo que se llama Historias Asimétricas, en donde me he decidido a instancias de leer muchos cuentos, y ver que Humberto Dib un gran escritor y amigo virtual escribía muy buenas obras en pocos renglones, me animé a hacer mis primeros pininos (que quizás quedan en eso solamente) en relación a la escritura de cuentos cortos. No logro ser tan sintética ni tan talentosa como Humberto pero bueno, lo estoy intentando. Aunque de verdad les digo que me cuesta, indudablemente cuando uno quiere hacerse escritor es mucho más difícil que cuando se nace escritor. De todos modos, de vez en cuando aparece alguna pequeña inspiración y relato alguna cosita, como para ir despuntando el vicio muy despacito, si es que algún día sale de verdad.
 Por ahora, lo que más hago es el tema de las imágenes que más allá de que no lo ve nadie, igual me gusta, porque me gusta verlo a mí, me da placer tener todas esas imágenes juntas. Además le doy libertad a mi imaginación en cuanto a los temas que busco y dejo que aflore en toda su plenitud mi personalidad naif , volcando todo lo ingenuo y niño que encuentro que es lo que más aprecio.
 Bien, más allá de que mis sentires están medio alicaídos, esto es algo de lo que estoy haciendo últimamente.


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Nota: La imagen pertenece a la obra Por la Tolerancia del artista plástico argentino de estilo naif Alejandro Costas.

Melan



lunes, 3 de octubre de 2011

Sentires de ausencia de una hija que partió un 3 de octubre de 1994 para no volver jamás







La primavera está en su esplendor por estos sures, el aire tibio se filtra por las ventanas y el sol ya nos entibia el alma. Árboles muy verdes y jardines muy floridos he visto hoy camino del Parque Jardín donde tengo enterrada a mi hijita Noelia hacen hoy diecisiete años. Recuerdo que aquel día fue como hoy, soleado y primaveral, ella que era tan linda y pura dulzura y ternura se fue en la estación más linda, pura y tierna del año.
 Hoy a pesar de la primavera, mi corazón no puede sentir más que tristeza, mi primera hija, la que me dio el mejor título que tuve y tengo en la vida, el de mamá, no está conmigo hace ya demasiado tiempo para lo que una madre puede soportar sin enfermarse por lo menos.
 Hoy tengo dolorida el alma y ajado el corazón, secos los ojos y el cuerpo abatido de tanto llanto. El resto del año creo con seguridad que ya se la entregué a Dios, este día, vuelvo sobre mis pasos y me niego, no Dios, no puedo entregártela totalmente, no quieras que la olvide, o que la guarde en el arcón de los recuerdos, mi Noelia está viva en mí y lo estará siempre que yo no solamente la tenga presente sino la haga conocer a los demás, para que todos la recuerden, para que todos sepan que ella existió en este mundo y que se llamó Noelia Sabrina y que fue una hermosa y dulce jovencita, buena alumna, buena amiga, buena hija, que a los dieciseis años contrajo esa terrible enfermedad, maldita mil veces leucemia, que me la llevó en cuarenta y dos días. Siempre comparo su partida como arena seca que se levanta con la mano, no puede sostenerse se filtra entre los dedos y cae, se va, no se puede retener, eso siento que pasó con mi Noelia, quise retenerla de todos los modos posibles, con la medicina, cumpliendo todo lo que ordenaban los médicos, con intensas oraciones, con pedidos especiales a Dios, como pactar un cambio y que la enfermedad me pasara a mí y ella se curara, pero no, nada, nada fue posible. Se fue, así nomás, de un día para otro se me fue para siempre un 3 de octubre de 1994 y a partir de ese día yo sentí que nunca ya jamás volvería a ser realmente feliz... y así fue... Hoy estoy triste y no quiero seguir, me duele el pecho, me voy a acostar, espero que Noelia venga a verme en un sueño.


Melan.



lunes, 26 de septiembre de 2011

El tiempo




No podía acostumbrarse a ella, aunque lo intentara no podía, aunque tratara de que no se note, aunque no pensara en ello, no podía. Y no podía porque existía una dicotomía en ella, por fuera era "eso" y por dentro era "aquello", seguía siendo "aquello", aquello tan bello y tan dulce y tan suave y tan tierno y tan inocente que atrajo miradas y sonrisas y caricias y besos tiernos y de los otros. Aquello, había sido ella, una mujer hermosa, más aún, una mujer bella, sus cabellos castaños, sus grandes ojos verdes, su boca perfecta no hacían más que acentuar  una belleza que venía de lo más profundo de su alma, porque fundamentalmente, ella... era un alma bella.
 Pero la corriente del río que atraviesa el gran valle de la vida no se detiene nunca, busca su cauce, el océano, donde en definitiva terminan muriendo todos los ríos cargados de limo y verdes resacas y ajadas riberas y barrosas playas. Su río no fue distinto y ya había cruzado lo mejor, la cascada, y desde allí corría serpenteante hacia al mar a un ritmo inusitado, a un ritmo que ella jamás había notado que sucediera.
 Es que el tiempo de la juventud se vive sin notarlo, es como si no existiera, es como si los relojes se hubiesen detenido cuando se cumplen veinte años. Porque toda la máquina humana está preparada para alcanzar las mayores alturas y distancias en esa época, luego no, luego de pasar  varias décadas, todo cambia, varía inexorablemente y más aún en la mujer y ella era una.
 Hacía un tiempo ya que vivía recluída, distante de todo y de todos, no quería que nadie la viera, temía la comparación con la que fue en su pasado, la misma comparación que ella hacía. Se había transformado en una mujer solitaria, una mujer a quien su belleza de juventud le deparó una eterna soledad en su madurez y seguramente lo sería aún más en su ancianidad.
 Había llegado a tal punto de rechazo de su rostro y de su cuerpo en general, que se había desprendido de todos los espejos, no quería ver el deterioro exterior ¿Cómo verlo? ¿Cómo aceptarlo? Si el interior seguía pleno de emociones, de necesidades insatisfechas, de deseos de crear, seguía pletórico de amor...
 No lo soportaba más y por lo tanto se decidió a hacerlo, aquel día que se quedó totalmente sola, cerró puertas y ventanas, apagó todas las luces, fue al baño y con el frasco de comprimidos en la mano y un vaso de agua en el otro esta vez sí se miró al espejo...
 Cuando su hija llegó la encontró durmiendo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Sentires periódicos






Agosto, mes especial para mí, todos los años sucede lo mismo, se acerca el 22 y comienzo a sentir el regreso, el recuerdo de hace diesiete años. No, no lo busco, está grabado a fuego en mí, ese día fue el día en que todo comenzó. De una mañana en la que amaneció toda la familia normal dispuesta a realizar nuestras tareas cotidianas, trabajos, estudios, llegamos a una noche con Noelia internada en el Garraham con diagnóstico de leucemia y un pronóstico que fue mucho más positivo que la realidad. 80% de posibilidades de curación con un tratamiento largo con quimios incluídas, todo terminó cuarenta y dos días después cuando una varicela devastó el cuerpito frágil de mi dulce hija y se la llevó para siempre el 3 de octubre todo en el año 1994.
 Mi vida se transformó en un antes y un después de la partida de Noé y por supuesto el después es la peor parte de esa vida, que hoy mantengo en supervivencia con mi amada Marina, mi hija menor, dulce compañerita de vida, hija incondicional y mi único motivo para seguir viviendo.
 La pareja... y bueno todo terminó después de veintitrés años de matrimonio cuando el padre de mis hijas no soportó más verme llorar tanto y se fue, o por lo menos eso creo a veces y ahora que lo escucho hablar por teléfono de vez en cuando. Él volvió a formar pareja, lejos, por suerte muy lejos de Buenos Aires, yo... bueno, Nix, lamento decirte que no va muy bien la cosa, en fin, por ahora estamos en stand by, qué se yo, a mí todo me cuesta mucho actualmente y más aún en esta época del año que empieza en agosto y lamentablemente termina recién en enero, cuando pasa el 4 de ese mes en que mi hija este próximo año cumpliría 34 años... Dios! Sería toda una mujer... y yo en lugar de estar en la computadora todo el día seguramente estaría en las plazas, leyendo cuentos o cantándole canciones a mis nietos... Cada día de mi vida le pregunto a Dios por qué no me dejó tener esa oportunidad, la de ver transformarse en mujer y mamá a mi primera hija, esa que me hizo mamá, la de los ojazos enormes con más enormes aún pestañas arqueadísimas, con una boquita de piquito que yo amaba y sobre todo con un enorme, inmenso caudal de ternura, de dulzura, de amor a los niños, de fe en Jesús...
 Bueno, quisiera estar más positiva, nunca puedo estarlo del todo, pero se acerca mi peor período del año, me prometo a mí misma tratar de exorcisar ese estado anual permanente y cambiar, intentar por lo menos que un año sea distinto y que yo pueda sentirme mejor, lo prometo porque mi alma lo necesita y por sobre todas las cosas porque lo necesitan mis dos hijas, la del Cielo que no querrá verme todos los años más triste en estos meses y más aún la que me acompaña, mi Marina, mi compañerita de vida, que tiene que lidiar con esta vida moderna, trabajando, estudiando y haciendo mil cosas, viajando mucho porque vivimos lejos de la Capital y encima que me vea así... como dice ella "no da".
 Así es que si hoy son estos mis sentires, espero que cambien algunas cosas, que se modifiquen otras y que yo pueda levantar la cabeza y seguir caminando erguida este sendero que Dios destinó para mí, porque aún me quiere en este mundo y no le voy a fallar a la promesa de reencuentro que le hice a mi Noelia al partir, no le fallaré, por eso, hasta volver a estar mejor no volveré a dejar un sentir en en este blog. La meta es la próxima entrada... deberá ser una buena noticia, un sentir alegre, feliz y positivo. Así lo espero porque así trataré con todas mis fuerzas que suceda.


La imagen pertenece a una obra del artista plástico argentino Alejandro Costas denominada De Espaldas.

Melan.

martes, 26 de julio de 2011

Esto se llama hacer blogterapia



Cuando creé este blog lo hice con toda la intención de volcar aquí todo lo que iba sintiendo durante el paso de mis días, sea lo que fuere, alegrías, tristezas, euforia o depresión. Todos los sentires posibles del alma humana.
 Sucedió que luego de un tiempo he creado otros blogs con fines determinados que de una u otra manera me han hecho volcar en ellos estos sentimientos y tal es el motivo por el cual esta querida amalgama ha estado un poco despoblada y veo que por lo tanto poco visitada en los últimos tiempos.
 Mis sentires... como siempre, tal cual el nombre del blog, en amalgama, unidos, aprisionados, todos juntos. Es increíble como puedo yo guardar dentro de mi alma tanto la alegría y el placer como el aburrimiento, la tristeza y la monotonía. Gracias a Dios nunca se me presentan el odio ni la necesidad de violencia, que en realidad no es un sentir sino un hecho, uno de los peores que ha ejecutado el ser humano a lo largo de la historia de la humanidad.
 Últimamente además estoy bastante ocupada con el sentimiento amoroso, siiiiiii, por fin tenía que darse y de alguna manera se da. No la mejor, no la que yo más quisiera o necesito, pero se da en cierto modo y eso me pone bien. Se trata de alguien a quien siempre quise mucho y está lejos. Ese es el mayor inconveniente, pero bueno, por ahora nos hablamos por teléfono y nos enviamos mails o mensajes de texto, los cuales me tienen continuamente atenta a si llega alguno.
 A veces me parece que esto resulta un poco adolescente y me digo a mí misma, no Melan, no debés seguir, no tiene ningún sentido. Pero cuando quiero alejarme, no sólo me retiene con alguna llamada dulce o algún mail tierno, sino que hasta me invita a ir a verlo allá lejos donde vive. Justamente ahora que yo estoy tan ermitaña!! A él le es bastante difícil venir a Buenos Aires, tiene un trabajo de mucha responsabilidad y su dia y prácticamente su vida están dedicadas a ese trabajo.
 A pesar de todo, yo sigo, porque siento que me está haciendo bien y de alguna manera no me siento tan sola. Mi hija está todo el día fuera de casa, así es que mi día a veces si él no me llama me resulta realmente triste.
 Bien, este es mi sentir más importante en la actualidad y además la esperanza de que ya pronto se termine el invierno y el frío deje de asustarme y me decida a salir sin peligro de enfermarme, de lo cual me cuido sobremanera porque siempre termino internada en terapia.
 Gracias a Dios y a los cuidados que tengo ya llevo con el presente, tres años sin internaciones y esto es todo un logro para mí.
 De este modo voy pasando mi vida y como siempre aferrada a mis blogs que son mis mejores amigos actualmente, en ellos vuelco todo lo que siento y lo que me pasa y lo que quiero que la gente sepa, en fin, todo lo que me gusta. Algunos tienen mucha gente que los mira, otros no tanto y otros ninguna, pero eso a mí no me importa porque mientras yo lo haya podido crear y hacer todo el trabajo de diseño y cuando ya está listo para la primera entrada siento una inmensa sensación de placer, es exactamente el placer de hacer lo que a uno le gusta, no demasiadas veces lo he sentido a lo largo de mi historia personal, salvo la enorme excepción de ser mamá y estar junto a mis hijas, cuidarlas, vestirlas como a muñequitas y sacarlas a pasear en estos días de vacaciones de invierno, fue lo más hermoso y placentero que hice en mi vida.
 Recuerdo mucho estos días porque yo los preparaba con mucha anticipación. Revisaba la cartelera de los diarios (en los tiempos en que inclusive los espectáculos para niños todavía eran escasos, era la época de mi Noé)  y elegía uno, pero siempre trataba de que fuera uno no tan promocionado, no de esos que eran una burda copia del programa de la tele o del dibujo de moda como los pitufos en un tiempo. No, recuerdo bien que buscaba buenos directores de teatro, buenos actores y buenos temas, generalmente didácticos dentro del juego. La verdad no sólo las nenas, también yo la pasaba muy bien, en mi infancia no viví esas cosas.
 Por eso cuando recuerdo a mi Noé, la hija que partió muy pronto de este mundo, en plena adolescencia, pienso que a pesar del dolor de su ausencia me queda algo de paz, el saber que le dí en su infancia y todo el tiempo que estuvo sanita (gracias a Dios fue toda su vida porque la leucemia se la llevó sólo en 42 días, fue en el 94 y tenía 16. Yo ahora tendría nietitos seguramente...) todo lo mejor que tuve de mí, mucha charla, consejos, enseñanzas, conversaciones, mimos, diversiones, y todo lo material que necesitara porque gastaba mi sueldo de aquellos tiempos en mis hijas y sobre todo les dí a ambas y les sigo dando mi enorme, inconmensurable amor de mamá, que me hace pensar que es para lo que yo nací en la vida, porque es lo que más me gusta ser, mamá, no me gusta ser abogada, no me gusta ser esposa, pero me encanta ser mamá y seguramente me encantaría ser abuela, aunque eso es un poco menos posible, mi hija menor no quiere tener hijos hasta muy avanzados sus treinta años y yo no estoy bien de salud. No creo que pueda disfrutar como me hubiera gustado de mis nietos.
 Pero no me quejo, Dios me mandó dos hijas hermosas, inteligentes, estudiosas, buenas personas y que me amaron y me aman, se llevó a una muy pronto, pero me dejó a la otra que llena mi vida, además siento que no falta mucho para el reencuentro con Noé, mi corazón cada día está más maltrecho. No lo sé, en agosto vuelvo a ver mi médico de Favaloro y veré si me decido por la cirugía o espero en  paz el momento de la partida. Lo único que me hace pensar en no hacer esto último es cuando pienso en mi Marina, mi nena menor, bueno, mi nena ya tiene casi veintiseis, pero no quiero dejarla solita. Por eso le pido todos los días a Dios que encuentre un hombre que la ame profundamente y con toda la bondad del mundo, para que cuando llegue mi momento de reencontrarme con mi Noé yo pueda irme en paz. Ojalá me escuche. Por ahora, debo seguir.

viernes, 15 de julio de 2011

Facundo Cabral, una vida totalmente libre y en paz


Hace un rato estuve mirando por tv un programa dedicado al querido y hace apenas unos dias perdido cantante y autor Facundo Cabral.

Se trataba de una entrevista que se le hizo no hace mucho tiempo aquí en su país, la Argentina.

Como siempre lo hizo en sus presentaciones, sus palabras no tuvieron desperdicio, aunque aquí contó un poco su historia personal, su historia de vida. Estuvo presente la alusión al padre abandónico como la madre a la que siempre recordó.

Me llamaron más que nada la atención tres situaciones de su vida que contó al periodista. Una de ellas que no había aprendido a leer sino hasta los catorce años en que decidió enseñarle un librero ya que él insistía en que le leyera en su librería volúmenes completos de los escritores más encumbrados, Faukauld, Sartre, Borges, Lao Tse Tung, Nietzche, Krishna Murta, y tantos otros. Fue un total autodidacta y eso es algo muy valioso para quien sabe hacerlo y utilizar lo que ha aprendido en la vida de manera absolutamente independiente, transmitiéndolo a los demás a través del canto, en este caso, un trovador.

La segunda situación que me llamó mucho la atención es que confesara que no dependía de nadie ni nadie lo hacía de él. No tenía casa propia, ni tampoco auto, vivía en hoteles de una extremo a otro del mundo, no tenía pareja ni hijos, cuando quería una mujer, la tomaba y allí terminaba todo. O sea, el desapego en su máxima expresión, la libertad total, Facundo Cabral parece que la había logrado.

Y por último me quedó una frase que dijo casi al final, la felicidad es algo inexistente, lo que el hombre debe buscar es la paz, la paz es lo único que hace feliz al hombre, dijo, o algo similar.

Cuando lo escuché no pude menos que pensar que no estoy tan equivocada en esta búsqueda lenta pero sin detenimientos que hago yo de la paz, quizás cuando la encuentre totalmente, descubra que al fin...soy feliz.



Quiero agregar como último párrafo que un hombre como él que emanaba esa paz que había logrado y que la distribuía al mundo con sus canciones y sus palabras, no merecía de ninguna manera la muerte que tuvo, ya que fundamentalmente era un pacifista, y que es de esperar que las autoridades de Guatemala, donde sucedió el hecho que le hizo perder la vida, tomen debida nota y actúen en consecuencia, por supuesto con la ley y la justicia en las manos.
 
Melan

martes, 31 de mayo de 2011

FOBIA SOCIAL



La fobia social es un trastorno de la personalidad y encubre una condición, la depresión.

La fobia es un miedo paralizante e irracional a un determinado objeto o a varios o a una situación específica.
Como el síntoma principal de la fobia es la ansiedad, se puede considerar un trastorno de tipo neurótico, o sea un estado emocional producido por un conflicto psíquico.
Generalmente el objeto de las fobias se refieren a una experiencia del pasado, con características amenazantes, que se olvida o reprime y que se transfiere al presente frente a una situación semejante.
La fobia social de los adultos se relaciona con la depresión, porque los rasgos sobresalientes de un depresivo son la inseguridad, la culpa y la baja autoestima, condiciones que interfieren en la vida social del sujeto y dificultan sus relaciones interpersonales.
La agorafobia o temor extremo a los espacios abiertos y públicos, es una forma de fobia social. Ágora, es un término que proviene de las antiguas ciudades griegas. Así era llamada la plaza pública que servía de centro de reunión para las actividades comerciales, cívicas, sociales y religiosas.
La fobia expresa simbólicamente el conflicto subyacente y lo mejor para la cura es resolver el conflicto.
El conflicto es el estado de indecisión provocado por necesidades emocionales incompatibles entre si. Es la lucha intrapsíquica entre lo que se desea hacer y lo que una persona entiende que debería hacer. Este conflicto exige una toma de decisión que no siempre la persona tiene la suficiente fortaleza yoica para lograrlo.
Sin embargo, las terapias del comportamiento o cognitivas, que no priorizan las cuestiones internas, sino que confían en la capacidad de las personas para aprender y desaprender conductas, pueden ayudar a superar las fobias, exponiendo gradualmente a la persona al objeto o situación que le provoca angustia y ansiedad, de tal modo que el sujeto pueda aprender a no tener miedo a la amenaza que él vive como real.
Los artistas de teatro pueden sufrir de fobia al público y esta condición puede estar relacionada con experiencias de fracaso, asociadas con conflictos psíquicos personales.
Otras profesiones también exigen tener que enfrentarse al público, como oradores en conferencias o seminarios, en presentaciones públicas por radio o televisión o participando en reportajes periodísticos.
En estos casos también el miedo al público se puede controlar mediante técnicas de desensibilización progresiva que familiarizan al individuo con la situación amenazante que dejan de ser un obstáculo para él.
La fobia social se agudiza si el sujeto se empeña en aislarse para sentirse seguro, porque toda fobia se cura con una conducta contrafóbica.
La contrafobia consiste en hacer precisamente aquello que uno teme. En el caso de la fobia social lo indicado es tratar de salir todos los días a la calle y estar en contacto con la mayor cantidad de personas posible.
Elegir un trabajo que exija atención al público, como vendedor o recepcionista, puede producir naturalmente la desensibilización necesaria como para deshacerse de esta fobia.
El fóbico como el depresivo está centrado en si mismo y le cuesta interesarse en las cosas externas a él. Teme ser juzgado y condenado por los otros porque en definitiva él mismo no se acepta tal cual es.



Trastorno de Ansiedad Social (Fobia social)



¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Social (Fobia Social)? Es un subtipo de trastorno de ansiedad que tiene tratamiento médico-psicológico. Las personas con Trastorno de Ansiedad Social o Fobia Social tienen un miedo excesivo y constante a las situaciones sociales.


Estas personas tienen miedo a hacer el rídiculo o comportarse de una manera embarazosa en situaciones en los que otras personas los puedan observar (p. ej. miedo a hablar en una reunión, a comer o beber delante de y con otras personas, a hablar con desconocidos o con personas que representan autoridad, etc.).


Temen o se angustian ante la posibilidad de ser evaluados negativamente (p.ej. que los demás se den cuenta de sus "dificultades" con la ansiedad, que valoren su comportamiento ridículo, sus comentarios como inapropiados o sin ningún interés, etc.)






¿Cuáles son los síntomas del Trastorno de Ansiedad Social? Los síntomas aparecen cuando el sujeto se encuentra en las situaciones que teme o incluso cuando piensa en ellas.


Típicamente aparecen palpitaciones (golpes del corazón), taquicardia (el corazón va más rápido), enrojecimiento facial, sudoración, "nervios" en el estómago (sensación de mariposas volando en el estómago), temblor de las manos, de la voz, etc. Muchos de estos síntomas son visibles, es decir, los demás pueden verlos y darse cuenta de que algo está sucediendo (ponerse rojo, temblor de las manos, sudoración de las manos, temblor de la voz). Esto hace que las personas con este trastorno se pongan todavía más nerviorsas y se sientan peor, ya que piensan que los demás se están dando cuenta de lo que les sucede.


Debido al temor que tienen a hacer el ridículo ante otras personas y a la aparición de los síntomas antes descritos, los pacientes evitan las situaciones sociales incómodas como forma de resolver el problema. Estas conductas de evitación terminan aislando a los pacientes e impidiéndoles llevar a cabo una vida social, laboral e incluso familiar normal.






¿Es lo mismo el Trastorno de Ansiedad Social que la Timidez? No. La timidez es un rasgo de la personalidad, es decir es una característica de la manera de ser que tenemos todas las personas en mayor o menor grado. Así, todos conocemos a personas "extrovertidas" (muy sociables, que no les cuesta en absoluto relacionarse con la gente, ni hablar delante de los demás, etc.), a personas "introvertidas" (tímidas, que les cuesta trabajo entablar nuevas relaciones con otras personas, les da vergüenza hablar delante de otros, etc.), y, por supuesto, a personas con un perfil de relación intermedio (ni muy sociables ni muy tímidas).






La timidez se diferencia del Trastorno de Ansiedad Social en que es más leve, no afecta a todas las relaciones de la persona, y la repercusión sobre la vida del sujeto no existe o no lo discapacita. Los sujetos tímidos pueden llevar una vida dentro de la normalidad, tienen algunas dificultades de relación pero ello no hace que toda su vida se vea afectada.






Por el contrario, los fóbicos sociales no pueden llevar una vida normal, terminan teniendo dificultades en los estudios o en el trabajo, en su vida de relación con las personas del sexo opuesto, con personas poco conocidas o desconocidas, con personas de autoridad, etc. Su vida se ve tremendamente afectada.














¿Cuántas personas tienen este problema? En general se acepta que es el tipo de trastorno de ansiedad que se presenta en la población con mayor frecuencia. En los paises desarrollados se estima que el 8% de la población padece este trastorno.






¿Cuándo aparece el Trastorno de Ansiedad Social? Es un trastorno que aparece muy temprano en el desarrollo de la persona. La mayoría de los estudios indican que la edad de aparición es en la adolescencia, en torno a los 14-16 años. Se estima que en más del 90% de los pacientes el trastorno empezó antes de los 25 años de edad.






¿Afecta por igual a los dos sexos? Sí. Aunque determinados trastornos mentales aparecen más frecuentemente en las mujeres, el Trastorno de Ansiedad Social afecta prácticamente por igual a las mujeres y a los hombres.






¿Acuden estos pacientes al médico? No. Existe la creencia entre la población general que esto no es un trastorno o enfermedad que tenga solución médica, sino que es una manera de ser, que esa persona es muy tímida y que siempre fue así. Incluso algunas veces los padres lo ven como algo positivo, ya que su hijo/a no anda todo el día por la calle, con los amigos, sino que se queda en casa.


En otros casos, los pacientes han acudido pero los propios clínicos no les han podido dar una respuesta satisfactoria u orientar hacia ningún dispositivo terapéutico.






¿Puedo tener yo un Trastorno de Ansiedad Social? Si piensa que Ud. presenta alguno de los síntomas anteriormente descritos le aconsejamos que rellene el Inventario de Fobia Social que tiene a continuación.


Nada  Un poco  Algo  Mucho  Extremo



1. Tengo miedo a las personas con autoriadad






2. Me molesta ruborizarme delante de la gente


3. Las fiestas y acontecimientos sociales me dan miedo


4. Evito hablar con desconocidos


5. Me da mucho miedo ser criticado


6. Por temor al ridículo evito hacer cosas o hablar con la gente


7. Sudar en público me molesta


8. Evito ir a fiestas


9. Evito actividades en que soy el centro de atención


10. Hablar con extraños me atemoriza


11. Evito tener que dar discursos


12. Haría cualquier cosa para evitar ser criticado


13. Me preocupan las palpitaciones cuando estoy con gente


14. Temo hacer las cosas cuando la gente puede estar mirándome


15. Entre mis mayores miedos están hacer el ridículo o parecer estúpido


16. Evito hablar con cualquiera que tenga autoridad


17. Temblar delante de los demás me molesta


Corrección del Inventario: cada cruz en "nada" vale 0 puntos; cada cruz en "un poco" vale 1 punto; cada cruz en "algo" vale 2 puntos; cada cruz en "mucho" vale 3 puntos; y cada cruz en "extremo" vale 4 puntos. Sume los puntos que ha obtenido en las 17 preguntas.



Si ha obtenido más de 18 puntos le aconsejamos que se ponga en contacto con nosotros (Area de Psiquiatría - Facultad de Medicina - Universidad de Oviedo), o que acuda a su médico y le consulte por estas dificultades.






¿Tiene solución y/o alivio el Trastorno de Ansiedad Social (Fobia Social)? Rotundamente Sí. Existen varias técnicas psicoterapéuticas que han demostrado ser eficaces para este tipo de pacientes. Asimismo, existen diferentes fármacos que producen alivio o recuperación de los síntomas de este trastorno.






¿Es posible encontrar más información seria sobre el Trastorno de Ansiedad Social? Sí. Recientemente nuestro equipo de trabajo ha publicado una mono grafía que aporta una visión actualizada de los factores involucrados y recursos terapéuticos existentes para este trastorno.


Referencia: Julio Bobes, M Paz González, Pilar A Sáiz, M. Bousoño (eds.). Abordaje actual del trastorno por ansiedad social. Barcelona: Masson.1999.




Fuente. La guía de la psicología
 
Nota. Subí este artículo porque me pareció interesante no sólo cómo aborda el tema sino también el cuestionario y sus resultados, para que cada uno pueda saber si en realidad lo que siente es necesidad o decisión de estar solo, como lo mencionaba en la entrada anterior o quizás esté desarrollando alguna de estas patologías que son bastante frecuentes y sobre todo después de haber pasado por algún tipo de trauma psicológico especial.
 Muchas veces una pérdida muy importante, o una exposición demasiado presionada en un tipo especial de profesión, o quizás también un cambio de vida muy traumático, con pocas expectativas a futuro, pueden acarrear este tipo de enfermedades psíquicas que como hemos podido ver tienen solución, aunque siempre hay que tener en cuenta que la solución comienza por la propia decisión de la persona que la padece a solicitar ayuda a un profesional.
 
Melan

lunes, 23 de mayo de 2011

Oración improvisada para que Dios cure a mi Marina



Muchas veces me pregunto por qué dura tan poco mi tiempo feliz o de tranquilidad o de paz y por qué tan frecuentemente se presentan los sinsabores, las tristezas, las preocupaciones.
 Yo ya sé que siempre estaré con esta tristeza calada muy hondo por la partida de mi hija, pero ello no me inhibe en la actualidad a dieciseis años de ello de poder tener algunos momentos de mansa calma en mi espíritu, mientras mi otra hija, la que quedó conmigo, Marina esté bien, todo lo puedo sobrellevar, así son las cosas para mí.
 Pero cuando otra vez es una hija la que sufre, la que se enferma y debe detener su vida porque una enfermedad la aqueja y la hace sufrir mucho, entonces ya la situación de mis estados de ánimo varían mucho más. Trato de ponerme fuerte para ayudar a mi hija que me necesita pero Dios! me doy cuenta que ya no tengo las energías que tuve la primera vez, que cuando te llevaste a la primera me dejaste por la mitad y ha pasado el tiempo y estoy mayor y mis hormonas ya no trabajan igual y mi psiquis ya no es la misma porque me siento una madre mutilada, no es justo que tenga que ver también a mi otra hija sufriendo y deba cuidarla y levantarle el ánimo cuando yo no pude recomponerme de la pérdida de Noelia! Dios, por favor, escuchame esta vez y que se le cure ese problema que tiene Marina hoy mismo, hace ya quince días que está así y no hay probabilidades de saber cuándo podrán desaparecer los mareos y náuseas y dolores en esa columna. Sólo en Vos confío Señor, te lo estoy pidiendo con mi corazón de mamá en la mano, CURAME A MI HIJA POR FAVOR... Amén.

viernes, 18 de marzo de 2011

La soledad: ¿aprender a vivir solos o animarnos a buscar relaciones?

Un mal de nuestro tiempo





Los psicólogos consideran que alguien está solo cuando no mantiene comunicación con otras personas o cuando percibe que sus relaciones sociales no son satisfactorias. Tres características definen la soledad: es el resultado de relaciones sociales deficientes, constituye una experiencia subjetiva ya que uno puede estar solo sin sentirse solo o sentirse solo cuando se halla en grupo; y, por último, resulta desagradable y puede llegar a generar angustia.




La soledad, salvo excepciones, es una experiencia indeseada similar a la depresión y la ansiedad. Es distinta del aislamiento social, y refleja una percepción del individuo respecto a su red de relaciones sociales, bien porque esta red es escasa o porque la relación es insatisfactoria o demasiado superficial. Se distingue dos tipos de soledad: la emocional, o ausencia de una relación intensa con otra persona que nos produzca satisfacción y seguridad, y la social, que supone la no pertenencia a un grupo que ayude al individuo a compartir intereses y preocupaciones. Parece, por otro lado, que la soledad está relacionada con la capacidad de las personas para manifestar sus sentimientos y opiniones.






Cuando nuestra habilidad para relacionarnos es deficiente, aumenta la probabilidad de que nos quedemos solos ya que las relaciones que mantenemos son menos entusiastas y empáticas. En general, las personas con problemas de neurosis se muestran convencidas de que no resultan amables ni dignas de ser apreciadas, y rechazan cualquier tipo de amigos potenciales con el objetivo de protegerse a sí mismos del posible rechazo. La soledad esta muy relacionada con la pérdida de relaciones con ese conjunto de personas significativas en la vida del individuo y con las que se interactúa de forma regular. La definición más común de soledad es la de carencia de compañía y que se tiende a vincularla con estados de tristeza, desamor y negatividad, obviando los beneficios que una soledad ocasional y deseada puede reportar.






La ausencia de un ser querido






Cuando (por separación en la pareja, fallecimiento de un ser querido u otra causa) desaparece de nuestra vida alguien a quien hemos amado o que ocupaba un espacio estelar en nuestra cotidianeidad, nos invade una particular sensación de soledad, un vacío, una nada enmudecida que nos sume en la tristeza y la desesperanza. Hemos de sobrellevar la dolorosa percepción de horfandad, de ausencia de una persona insustituible. Nos vemos perdidos y sin referencias en las que antes nos apoyábamos para afrontar la vida.






Somos seres sociales que necesitamos de los demás para hacernos a nosotros mismos. Y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y revalidar nuestra autoestima, ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.






La pérdida es irreemplazable pero no debe ser irreparable. Ese hueco o, mejor, su silueta, quedará ahí pero si nos permitimos sentir la tristeza y nos proponemos superarla a base de confianza en nosotros mismos, podremos reunir fuerzas para establecer nuevas relaciones que cubran al menos parcialmente ese déficit de amor que la ausencia del ser querido ha causado. Hemos de intentar que la carencia de esa persona no se convierta en una carencia general de relaciones. Esta soledad es dolorosa, pero puede convertirse en positiva si la interpretamos como oportunidad para aprender a vivir el dolor sin quedarnos bloqueados. Y para generar recursos y habilidades para continuar transitando satisfactoriamente por la vida. Debemos interiorizar y controlar el dolor, sabiéndolo parte inherente a la vida, aprendiendo a no temerlo y a no mantenernos al margen del sufrimiento como si de una debilidad o incapacidad se tratara. Quien sabe salir del dolor está preparado para disfrutarla la plenitud en momentos venideros.






La soledad social






La de quien apenas habla más que con su familia, sus compañeros de trabajo y sus vecinos es una soledad muy común en este mundo nuestro. Nos sentimos incapaces de contactar con un mínimo de confianza con quienes nos rodean, tememos miedo que nos hagan o nos rechacen. Plantamos un muro a nuestro alrededor, nos encerramos en nuestra pequeña célula (en ocasiones, incluso unipersonal) y vivimos el vacío que nosotros mismos creamos y que justificamos con planteamientos como "no me entienden", "la gente sólo quiere hacerte daño", "para lo único que les interesas es para sacarte algo", "cada vez que confías en alguien, te llevas una puñalada". Si la soledad es deseada nada hay que objetar, aunque la situación entraña peligro: el ser humano es social por naturaleza y una red de amigos con la que compartir aficiones, preocupaciones y anhelos es un cimiento difícilmente sustituible para asentar una vida feliz. Es una meta difícil y las estructuras y hábitos sociales de nuestra civilización frenan este empeño de hacer y mantener amistades, pero merece la pena empeñar lo mejor de nosotros en el intento.






Esa soledad no deseada puede convertirse en angustia, si bien algunos se acostumbran a vivir solos. Se revestirá esta actitud de una apariencia de fortaleza, autosuficiencia, agresividad o timidez. Y todo, para esconder la inseguridad y el miedo a que no se nos quiera o no se nos respete.






Hay también otras soledades indeseadas, como esas a las que se ven abocadas personas mayores, amas de casa, o quienes muestran una orientación sexual no convencional, o quienes sufren ciertas enfermedades, incapacidades físicas o psicológicas o imperfecciones estéticas.






Un estado transitorio, nada más






La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos mutarla en momento de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad. En suma, equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas.






Vencer la soledad no deseada: unos pasos útiles






1) Diagnóstico: qué tipo de soledad es la que estamos sufriendo y a qué circunstancias se debe.






2) Conocernos bien. Dejemos a un lado el miedo a mirar dentro de nosotros, y afrontemos la necesidad de saber cómo somos: nuestras ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, quién quiero ser, cómo me ven, cómo me veo...






3) Fuera la timidez. Tomemos la iniciativa para conseguir nuevas relaciones. Establezcamos qué personas nos interesan, y elaboremos una estrategia para contactar con ellas.






4) No hay nada que perder. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores. El objetivo es importante, no nos andemos con remilgos.






5) Sin victimismos. El mundo resulta en ocasiones cruel, vulgar y materialista, de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien como nosotros.






6) Encerrarnos en nosotros mismos es reconocer la derrota. A la mayorìa la soledad nos hace daño, y nos sienta mejor tener con quién hablar, intimar y a quién querer.






7) No somos tan raros como a veces pensamos. No hay más que hablar en profundidad y confianza con cualquier persona para comprobarlo. Podemos "llenar" a más gente de la que creemos y nos pueden resultar atractivas muchas personas que tenemos muy cerca.


Fuente: Psicología - nonnop.com.ar

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NdR. Yo me preguntaría después de leer este artículo, que dirá la psicología sobre los casos de las personas que han elegido la soledad, el aislamiento, como modo de vida porque han comprobado que se sienten mejor de esta manera, porque han sentido en su propia piel la hostilidad del mundo exterior. 
 Debo reconocer que es exactamente mi caso, me he aislado, sólo comparto mi vida con mi hija (casi nada, se va en la mañana muy temprano y vuelve tarde en la noche, a lo que debo agregar que no está casi ningún fin de semana en casa, es más hace viajes largos bastante seguidos), lo cual como se verá es casi como vivir sola.
 La realidad es que yo podría compartir mi vida con otras personas como todo el mundo, tener amigos o amigas, salir, asistir a reuniones o hacerlas en mi casa. No tengo obligaciones, no trabajo por razones de salud, lo hice más de treinta años igualmente, ya me ha llegado el tiempo del descanso y del disfrute de la vida, sin embargo no lo puedo vivir así.
 Reconozco que a veces pienso que me gustaría tener una vida social como la que tuve antes de estos dos últimos años en que vivo de esta forma, pero sucede algo cada vez que me invitan a algún lado o que tengo oportunidad de salir, de encontrarme con gente en grupo y es que comienzo a sentir una especie de miedo, de angustia muy fuerte que he llegado a prepararme, vestirme para la ocasión, maquillarme, hasta perfumarme y decidir en ese momento a minutos de tener que partir que no podré hacerlo y entonces llamo avisando que no lo haré. Después de eso recupero mi tranquilidad, desaparece la ansiedad y el pánico pero aparecece un sentimiento extraño, es como un arrepentimiento sin serlo, es en realidad un convencimiento de que me hubiera gustado hacerlo pero que hice bien en no hacerlo porque ya no es para mí (aunque sólo haya sido una reunión entre amigas), porque mi tiempo de disfrute en este mundo se terminó y porque allá afuera todo es hostil y si salgo seguramente volveré dañada.
 Y así sucede todos los días de esta vida que vivo desde hace dos años cuando salí de la última vez que estuve en terapia intensiva por un problema cardíaco que tengo.
 Debo agregar en este punto que el tema no pasa exclusivamente por no querer salir de mi casa, sucede lo mismo con la posibilidad de que alguien venga a verme, ya se trate de una amiga, un familiar, un vecino, hasta la empleada doméstica, que es muy buena y que la quiero mucho, pero espero que haga todo pronto para que se vaya y me deje sola, como se verá no es algo caprichoso, seguramente tiene otro origen y para eso debería contar toda la historia de mi vida y es demasiado largo para hacerlo aquí, ya que sinceramente aunque para otros podría parecer agradable tener una vida permanentemente con cambios y no una vida quieta y monótona, la mía no lo fue así. Tuve una vida en que hasta la actualidad y a pesar de mi aislamiento tratando de encontrar la paz tan ansiada, siempre tiene alguna novedad de importancia, así fue siempre, desde muy chica.
 Creo que es necesario, yo diría imprescindible que agregue que soy separada, no tengo nietos porque mi hija mayor que hoy tendría 33 años, se la llevó en nada más que cuarenta y dos días la maldita leucemia cuando tenía tan sólo dieciseis.
 Como es de imaginar todo cambió en mi vida desde su partida, pero debo reconocer que hasta hace dos años, no viví aislada, todo lo contrario, tuve mucha ayuda terapéutica, familiar y de amigos y pude hacer muchas cosas que habían quedado pendientes en mi vida, entre ellas terminar mi carrera de abogacía, criar a mi hijita menor que tenía ocho años y ahora tiene veinticinco, luego trabajar con mi profesión, superar la separación de mi marido, en fin, hice cosas, tuve una vida sociable...tuve una vida... ahora siento que la vida pasa del otro lado de la ventana que miro de costado sentada casi todo el tiempo en mi computadora y la miro resignada viendo cuánto la disfrutan otros y pensando que hacen bien porque es la vida de ellos, ya no es mi vida, no me siento integrada para nada a esa vida que veo por la ventana, que en realidad es la misma ventana que tengo hace treinta y cinco años que vivo en esta casa, desde que me casé.
La vida para mí actualmente, son solamente mis gatos, mis perros, eventualmente mi hija menor, los objetos amados que conservo, mi jardín del fondo con sus árboles, todo su verde y su enorme, gigantesco, atesorado  y amado...silencio... sólo interrumpido de vez en cuando con las notas de algunas melodías de música clásica.

                                                                                                            Melan


La imagen que ilustra la entrada pertenece al artista plástico colombiano Fernando Botero.