miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL SUEÑO ES EL LENGUAJE DEL HOMBRE UNIVERSAL de Erich Fromm

Todos creemos que sólo dominamos un lenguaje, al que llamamos lengua materna, quizás hayamos aprendido también otras lengus, francés, inglés, italiano. Pero olvidamos que todos hablamos también otro lenguaje, el de los sueños, que es muy extraordinario. Se trata de un  lenguaje universal, que aparece en todas las épocas de la historia humana y en todas las culturas. El lenguaje de los sueños de un primitivo, el del faraón en la Biblia, el de un habitante de Stuttgart o de Nueva York, es casi el mismo. Lo hablamos todas las noches. Aunque en la mayoría de los casos olvidamos lo que hemos soñado, y entonces sostenemos que no hemos soñado, la verdad es que soñamos noche tras noche.
¿Cuáles son las peculiaridades del lenguaje de los sueños? En primer lugar, es precisamente un lenguaje nocturno, un lenguaje del dormir. Es más o menos como si sólo pudiéramos hablar francés de noche y de día no entendiéramos ni una palabra de esa lengua. Además, se trata de un lenguaje simbólico. Podríamos decir que expresa en forma concreta vivencias internas, con respecto a cosas sensibles, casi aferrables, visibles, que lo externo ocupa el lugar de lo interno y la cosa el lugar de la vivencia. Ocurre como en la poesía: cuando un escritor dice: "La rosa roja me entibia el corazón", nadie piensa que la temperatura haya subido, pues la frase se refiere a un sentimiento, a una vivencia, expresados en forma de un hecho físico concreto.
...
Otra cosa que nos enseña el lenguaje de los sueños es que durante el sueño aprendemos mucho más sobre los demás y sobre nosotros mismos, que lo que sabemos en estado de vigilia. En el sueño -y enseguida volveré sobre esto- somos en cierto modo más irracionales, pero en otros respectos también mucho más sabios   tenemos una percepción mucho más aguda que en la vigilia. ...
Encontramos aquí otro aspecto del lenguaje de los sueños que se relaciona con el anterior y que en general no se valora suficientemente cuando se habla de los sueños: la mayoría de los hombres (digo "la mayoría", aunque no dispongamos de estadísticas al respecto, por lo que quizá debiera ser más cuidadoso y hablar sólo de "muchos hombres" o a lo sumo de un buen númro que yo he visto en mi práctica psicoanalítica) se muestran en el sueño creativos de una manera como no soñarían serlo durante la vigilia. Se vuelven  creadores de cuentos, de relatos,  de mitos -los mismos hombres que en estado de vigilia son incapaces de producir todo eso, ni siquiera con el mayor esfuerzo. Me han relatado muchísimos sueños que se podrían publicar literalmente y que se aceptarían como relatos breves de Kafka, lo miraría como si no estuviera en su sano juicio. Y seguramente eso le parecería imposible. En el sueño él es un poeta, un artista, pero ese mismo hombre pierde todas esas capacidades durante la vigilia. Hasta se podría, en última instancia, definir a un artista creador como a un hombre que es creador sin dormir, es decir ,  es creador aunque esté despierto.
 De día el hombre corrresponde a una determinada cultura, lo que decimos depende mucho de dónde hayamos nacido. Un africano perteneciente a una raza cazadora habla de otras cosas y con otras categorías que las nuestras, eso se entiende por sí mismo. Lo que hablamos está socialmente condicionado, pro en el sueño hablamos un lenguaje universal. Nuestro lenguaje diurno, que consideramos nuestra lengua materna o una lengua extranjera, es siempre un lenguaje socialmente condicionado. El lenguaje de los sueños, en cambio, es un lenguaje universal, el lenguaje de la humanidad.
¿Cómo se explica esa peculiaridad? En primer lugar, debo entrar aquí en una cuestión que quizás parezca complicada, pero en realidad es muy sencilla: la differencia entre el dormir y la vigilia. Vivimos en verdad dos formas de existencia, que damos tan por sentadas que a menudo no estamos para nada conscientes de ellas; pasamos una parte de nuestra vida despiertos, y otra parte durmiendo. Pero ¿qué significa que estamos despiertos? Cuando lo estamos, nos encontramos en una situación  en que debemos preocuparnos de nuestra vida; debemos trabajar, conseguir lo que necesitamos para poder vivir, defendernos contra ataques; en suma, debemos "luchar y combatir". Esto tiene consecuencias para nuestra conducta y también las tiene para nuestro pensamiento. Para nuestra conducta: debemos ocupar nuestro lugar y comportarnos según las expectativas de la sociedad en que vivimos, para poder producir y trabajar. Psero -y esto es más importante- ejerce también una gran influencia sobre las categorías de nuestro pensamiento y de nuestro sentimiento.
De día tenemos que ver las cosas tal como debemos verlas para manipulalarlas, para tratar con ellas, utilizarlas, hacer algo con ellas. DEbemos comportarnos razonablemente y "razonablemente" significa: como los demás, de modo que los demás nos compendan, pero también de modo que nos acepten y o digan: este tipo es un estrafalario o está loco. Así, pensamos y sentimos lo que nos prescriben la "sana comprensión" y el supuesto "sentimiento sano" del hombre. Pensamos y sentimos que todos amammos a nuestros padres, que ellos y todas las demás autoridades no sólo quieren lo mejor, sino stambién saben y hacen lo mejor, y otras cosas por el estilo. Nos sentimos felices y alegres cuando la ocasión lo exige y tristes cuando la ocasión exige otra cosa, aunque en realidad muchas veces no sintamos nada, sino que pensamos que lo sentimos, porque ponemos una carga alegre o triste. Y no pensamos lo que parece absurdo "porque no puede ser lo que no debe ser". El mejor ejemplo de esta sitaución es el del cuento de Andersen sobre el traje del emperador: el emperador está desnudo, pero todo el mundo piensa que tieneuna vestimenta maravillosa, porque es lo que se espera; sólo un jovencito ve que no tiene ninguna vestimenta, porque su penamiento aún no está formado como el de la mayoría de los hombres en estado de vigilia. Hacemos, pensamos y sentimos lo que se espera de nosotros cuando estamos despiertos.
 Elijo otro ejemplo de sueño que ilustra este mismo punto. Un gerente ocupaba una elevada posición en una empresa; sólo tenía un director por encima de él. Y conscientemente se decía: estoy en muy buena relación con mi jefe, me agrada mucho, no tengo ninguna dificultad con él. Luego tuvo un sueño: se ve maniatado, le han ligado las manos con cable telefónico, y el teléfono cuelga aún de los extremos de ese cable. Y ve a ese director yacente junto a él en el suelo, aparentemente dormido, y siente una espnatosa cólera. Encuentra un martillo, lo aferra con ambas manos y trata de romper la cabeza del director. Golpea, pro no pasa nada; el direcstor abre los ojos y le sonríe irónicamente...Aunque el hombre cree que tiene una buena relación con su director, el sueño nos muestras que en realidad lo odia, se siente maniatado, sometido, ligado y totalmente impotente y privado de fuerza frente a él. Esta es la realidad que él vive en el sueño, pero que se esfuma, al menos aparenemente, durante la vigilia.
¿Qué sucede entonces en la situación de sueño? Somos libres. Eso es sorprendente y quizás suene etraño. Pero en cierto modo se puede afirmar: sólo cuando dormimos somos libres, es decir, en esos lapsos no tenemos ninguna responsabilidad de luchar por la vida, no necesitamos conquistar nada, no debemos defendernos ni que adaptarnos a nada, pensamos y sentimos lo que NOSOTROS pensamos y sentimos. Nuestro pensamiento y sentimiento adquieren en el sueño la más extrema subjetividad. No nocesitamos HACER nada, sólo necesitamos SER. En el sueño no perseguimos ningún fin. Podemos vivir el mundo tal como se nos presenta, como realmente lo vemos, y no como DEBE parecernos para lograr un cualquiera. Dicho de otro modo: en el sueño el inconsciente aparece en el escenario. pewro el inconsciente no es nada misterioso, sólo significa que que en el sueño aparece lo que en la vigilia no sabemos, como algo que sabemos, y viceversa: en la vigilia es inconsciente la conciencia del sueño, y en el sueño es inconsciente la conciencia de la vigilia. Se trata de dos planos distintos: uno y otros osn alternativamente conscientes e insconscientes en el sueño y en la vigilia.
¿Significa eso que somos irracionales e instintivos en el sueño? Muchas veces, por cierto, pero de ninguna manera siempre expresa lo irracional contra lo racional. Tenemos sin embarrgo con mucha frecuencia durante el sueño, según hemos dicho, una gran penetración, una mayor sabiduría porque , somos independientes, porque podemos ver y sentir sin anteojeras . Incluso en el sueño censuramos nuestro ensueño si no nos atrevemos a tomarnos la libertad propia de los sueños, sino que cambiamos y ocultamos el verdadero contenido onírico tal como hace alguien que no quiere que otro entienda lo que quiere realmente decir. En este caso uno no quiere entenderse totalmene a sí mismo en el sueño. Por eso solemos olvidar el sueño, pues la mayor parte de ellos no serían tolerables en la vida de vigilia; sólo nos perturbarían e irritarían.
Durante el sueño somos más creadores. Desplegamos capacidades de creatividad que no conocemos ni sospechamos durante la vigilia. Pienso, por ejemplo, en el sueño de un hombre que también es un gerente de empresa que tiene mucho éxito en su profesión. (...) Este hombre se sentía my feliz porque era un triunfaro. Y en realidad, por sus ingresos y la influencia que tenía, podía sentirse así, porque en general sentijos lo que debemos sentir. Por consiguiente, ese hombre se siente también muy feliz y entonces tiene un sueño. En la primera parte de ese sueño está junto a un pequeño lago. El lago se ve sucio, todo está oscuro y hay una atmósfera odiosa y desagradable. Y el hombre recuerda -después del sueño- que ese lago es en realidad exactamente igual a uno junto al cual vivían sus padres. Es un recurdo desgradable no sólo del lago sino también de la disposición anímica, de lo triste y miserable de su niñez. En la segunda escena se ve a sí mismo en uno de los automóviles de mayor precio, manejando por una carretera muy moderna hacia un monte al que asciende a gran velocidad y con un sentimiento de poderío y éxito -y es feliz-. Y luego viene una tercera escena, que se produce después que alcanzó el lugar más elevado. De repente se ve en un negocio de artículos pornográficos. Está toalmente solo -en el auto estaba con su mujer-, no hay allí ninguna persona, todo está polvoriento y sucio, y él se siente muy solitario y abandonado. Este sueño nos dice lo que él siente realmente sobre su propia vida, sobre su destino. Resumido muy simplemente: de niño todo era triste y sucio, ahora es un triunfador qe con gran velocidad guía su automóvil hacia la cumpre del éxito; pero al final, cuando haya pasado todo el ajetreo de ese éxito, volverá a encontrarse en la misma suciedad, miseria, tristeza y abandono en que estaba en su niñez. Todo pasará, y él volverá al sitio del que ha partido. Este no es un deseo; es una profunda percepción del vacío de su vida, expresada en el lenguaje artístico y creador del sueño.
 Podemos decir que muchos hombres serían capacees de desarrollar formas creadoras, pero se encuentran hata tal punto bajo la presión de la sociedad -bajo lo que Heidegger llama DAS MAN (el "uno cualquiera")- que no tienen el ánimo necesario para ser sí mismos y para crear algo por sí mismos. De hecho, este es un triste comentario respecto de nuestra sociedad, que no le permite al hombre realizar las cualidades creadoras que le son inherentes.
 En el sueño nos comunicamos con nosotros mismos -como en el Talmud (Berajot 55a), donde se lee.: "Un sueño no interpretado se parece a una carta no leída"- En realidad la palabra " interpretar" no es en absoluto correcta. No es necesario interpretar el sueño -pues no hay nada que interpretar-, tal como no se interpreta el chino o el italiano cuando se aprenden esas lenguas. Es un lenguaje que se aprende, que tiene su gramática y su morfología propias, un lenguaje que expresa lo vivido y que no sirve para la descripción de "hechos". Es fácil aprender el lenguaje de los sueños. Para ello no hay que ser un psicoanalista, es posible aprenderlo ya en la escuela al mismo tiempo que se estudian lenguas extranjeras. Si se comenzara a aprender el lenguaje de los suños, creo que sería muy provechoso, pues sabremos más sobre nosotros mismos y sobre otros si comprendemos nuestros sueños. Ahora bien, digo que eso puede ser provechoso, aunque también puede tener sus deventajas. En general no queremos saber tanto sobre nosotros o sobre los demás, eso sólo sirve para perturbarnos. Y sin embargo nuestra vida es más rica, más animada, más intensa cuanto más sabemos de nosotros mismos y cuantas menos ilusiones nos hacemos sobre los demás. Además, cuando comprendemos el lenguaje de los sueños nos apartamos un poco de la orientaciónintelectual unilateral, que justamente hoy es característica de la mayoría de los hombres. Entonces ya no pensamos "exclusivamente" en términos conceptuales, sino que superando ese plano logramos establecer una relación con el carácter diferenciado de los sentimientos. Integramos intelecto y emoción y dejamos detrás de nosotros las falsas alternativas. No estoy hablando de ninguna manera de un peligroso antiintelectualismo o de un nuevo sentimentalismo, sino que quiero significar que el lenguaje de los sueños puede enseñarnos algo, que hoy, más que nunca, necesitamos para la vida: en los sueños podemos transformarnos en poetas.


Fuente: EL AMOR A LA VIDA  de Erich Fromm . Capítulo III, pág.103. Editorial. Círculo de Lectores.
La imagen es obra del artista plástico Rob Gonsalves (realismo mágico)


Melan

No hay comentarios: