jueves, 7 de enero de 2010

Demasiado dolor


Tengo que salir pronto de este túnel oscuro en el que caí con tantos tristes sentires. Las fiestas de fin de año no hacen más que ponerme triste, a los cuatro días el cumpleaños de mi hija ángel, de mi dulce Noé, que ese día hubiese cumplido 32 años en este mundo y para terminar el día la muerte de Sandro, el cantante, el ídolo argentino de mi generación.
Reconozco que no fui una de sus "nenas", no iba a su casa en sus cumpleaños y hubo un tiempo en que hasta dejé de escucharlo, me volqué a otras canciones, a otros cantantes, pero luego cuando volvió y ya era grande y supimos que tenía esa enfermedad...que a mí también me acompaña, aunque en los inicios, allí comenzó a elaborarse el mito, porque lo vimos entregarse totalmente en un escenario en medio de tanto esfuerzo, en medio de tanto delirio y con apenas el 10 % de aire en sus pulmones. Yo que vivo con 49% y me cuesta bastante, no podía creer que él en ese estado ... cantaba. Allí comencé a admirarlo aún más. Ah! y me estoy olvidando lo más importante mi primer amor me dijo que me quería bailando con el fondo de "Porque yo te amo" de y por Sandro. Nunca lo voy a olvidar.
Volviendo al presente, al 4 de enero y después de tantas lágrimas, el broche de oro, lo llevaron al mismo parque donde tengo a mi nena, unos pocos metros los separan, no lo podía creer, ahora Sandro descansa cerquita de mi hija. Claro sus restos, sus despojos, el traje que dejó en la tierra cuando su alma se elevó al Cielo como la de mi hija, Allá donde todos son felices y donde no existe ya más el dolor.
Demasiada amalgama de sentires para unos pocos días, demasiada...

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