lunes, 21 de septiembre de 2009

Primavera ha llegado por estos sures...


El calendario del hemisferio sur dice que hoy llegó la primavera, que hemos cambiado de estación, que las flores nacen y los brotes de las plantas se transforman rápidamente en hojas que tupirán los árboles en el verano que la primavera hace presentir.
Hoy es primavera y en Argentina también el día del estudiante, el secundario claro. Día en que los adolescentes de todas las épocas lo festejaron, cada generación según sus costumbres, sus modas, sus modos de vida.
Mi época adolescente la recuerdo con inmenso cariño, fuí feliz, por lo menos dos años, fueron especialmente felices e intensos y uno particularmente el día de la primavera de mi primer año en la secundaria, donde descubrí dones en mí desconocidos hasta entonces, donde por primera vez alguien, un chico, ponía su mirada en mí y buscaba mi compañía. Ahh...dulces recuerdos de la adolescencia de antaño, sí porque para mí ya es antaño, para qué negarlo, todas las etapas de la vida son valiosas si uno ha sabido vivirlas intensamente en cada una de sus expresiones y momentos.
Yo viví primaveras hermosas, pletóricas de sueños y de actividades, sin tiempo para dormir, pero mucho para disfrutar y ser feliz. Hoy me lo agradezco, hoy me alegro de haberlo vivido así. Las primaveras desde hace un tiempo en mi vida no son más que un día del almanaque y vestirse con menos abrigo.
Hasta hace poco reordenaba mi jardín pero por ahora trendré que esperar un año hasta que mi perra cachorra se tranquilice y deje de romperme plantas y macetas, motivo por el cual ponerme a plantar flores sería una inutilidad, pero la verdaad es algo que extraño.
Llegué a tener bonitas alegrías del hogar, petunias que en una época resultaban infaltables en mis canteros, recuerdo que era la ceremonia del 21 de setiembre junto a mi hija mayor. Ese día salíamos a los viveros y volvíamos con diferentes plantines, pero Noelia tenía predilección por plantar petunias a los costados del pasillo de entrada. Recuerdo que luego crecían muy grandes y se llenaban de flores, conservo fotografías de ella con un muñecote entre sus bracitos sentadita en medio de las petunias. También le he sacado fotos junto a los alelíes, y junto a los rayitos de sol, todas flores hermosas ... pero ninguna tanto como mi bebé. Con la más chiquita ya tuve menos tiempo, pero el rito primaveral de las petunias duró unos cuantos años.
Después...bueno...después la primavera en vez de ser la estación de la alegría lo fue del dolor y ya mi jardín fue quedándose sin flores, como mi vida...Ahora sólo tengo césped y un hermoso ficus que no se da por vencido de cada podada que se le da en invierno, lo tengo junto a mi ventana y ya lo siento mi compañero. Es bueno abrir la ventana, sobre todo en verano y verlo allí casi junto a mi cama.
Me gustan mucho las plantas, como todo el mundo me ocupo más de ellas en verano, porque lo necesitan y porque disfruto de mi fondo con pastito y árboles, pero también me gustan mucho los animales y a veces como este año, tendré que organizar la convivencia de la cachorra, mi perro ya viejito, mis gatitos cachorros y las plantas...Bastante tarea me espera afuera en esta primavera y verano y creo que será buena realizarla, me hará bien, creo haberlo dicho ya alguna vez, practico cada vez más el solitarismo y la vuelta a la naturaleza (exceptuando la computadora), por lo cual el contacto con mis animales y mis plantas es mucho más frecuente que con la gente, salvo mi hija que es el sol de mi  vida.
En esta etapa otoñal de mi existencia, la primavera no es una estación más, pero ya no es una estación de diversión ni de barullo, sino de mayor contacto con la naturaleza y sus asombrosas sorpresas en esta época del año. Ver reventarse los brotes y aparecer las hojitas de la parra es algo maravilloso, que los capullos de la magnolia se transformen en abiertas flores y en días mi árbol compañero comience a llenarse de hojas y cubrirse con una tupida y aliviadora sombra del verano, son todas magníficas ofrendas que nos da Dios cada año para que las disfrutemos, las cuidemos y nos solacemos con ellas.
Por eso a pesar de mis sentires otoñales muchas veces, hoy estoy feliz porque primavera... ha llegado por estos benditos sures... corroborando así las palabras de mi ídolo el Nano Serrat cuando dice:  "...el sur, el sur también existe..."

Melan

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